Revista Cultura y Ocio

El nadador - Joakim Zander

Publicado el 06 agosto 2014 por Resi
Buenos días!!!!

Hoy me tocaaaaaaaaaaaaaaaa :) ahhh, ¿pero no sabéis qué? Pues reseñar El nadador de Joakim Zander :) Me apunté a una lectura conjunta organizada por Laky y me tocó el libro, además pareció hecho aposta cuando el día que me llegó fue el de mi aniversario, qué cosas tiene la vida! Así pues, lo considero un regalo más de mi cumple :)

Y vamos a por la reseña...

El nadador - Joakim Zander

SINOPSISUna tórrida noche en Damasco a principios de los años ochenta. Un agente estadounidense abandona a su bebé a un destino incierto, una traición que jamás se perdonará y que será el comienzo de una huida de sí mismo. Hasta que ya no se pueda esconder de la verdad. Hasta que se vea obligado a tomar una decisión crucial.Treinta años después, Klara Walldéen, una joven sueca que trabaja en el Parlamento Europeo de Bruselas, se ve envuelta en una trama de espionaje a nivel internacional en la que está implicado su antiguo amante y exmiembro de las fuerzas especiales del ejército sueco, Mahmoud Shammosh. De la noche a la mañana, Klara y Mahmoud se convierten en el objetivo de una cacería que se desarrolla por la Europa invernal, un mundo donde las fronteras entre países se han vuelto igual de borrosas que la línea que separa a aliado y enemigo, verdad y mentira, pasado y presente.El nadador es una novela de intriga que habla de deudas y desagravios. De la importancia y el peso del pasado. Y de que, al final, nunca puedes escapar de la persona que eres.MIS IMPRESIONESDespués de varios libros con portadas que no llegaban a convencerme, por fin encuentro una que me gusta! No sé que tiene ésta que me atrae, el frío, la nieve como cae (o la lluvia, pero prefiero pensar que es nieve), el mar gris detrás... trasmite soledad, aislamiento y me gusta!El título tampoco me ha disgustado, aunque inicialmente no ves la relación entre portada y título, la acabas entendiendo a medida que lees! O sea que... punto positivo para la parte más "estética".[Esta parte os la podéis saltar porque no tiene que ver con el libro en sí, sino con la persona horrible en la que me estoy convirtiendo] Pero... no os imagináis los problemas que he tenido para terminarlo! No es un tema de argumento o de enganche (aunque se me ha hecho un poco pesado a lo largo de sus primeras 50-100 páginas), es el formato! Hacía muchísimo que no leía un libro en formato papel, quizá dos o tres años (¿¿puede ser de verdad que haga tanto??) y me ha costado volver a él. 

Yo leo normalmente por la tarde y/o por la noche, muchas veces en el parque cuando voy a pasear los perros me siento tranquilamente en algún banco, también en la cama antes de dormirme... pero que pasa? el libro pesa algo más y no me lo llevaba por la tarde y el libro -qué cosas- no se puede leer con las luces apagadas y vas tú ahora y le cuentas a mí marido que tenemos que tener la luz encendida hasta la 1 o las 2 que son las horas que normalmente me acaban sonando entre libro y libro... en fin, que desde que he leído El nadador, he dejado un poco de participar a lo loco en concursos donde se sortean libros de papel! La verdad es que ni yo misma lo entiendo y me ha sabido fatal descubrir como me he vuelto (la adolescente que fui es la que peor lo lleva), no sé si será sólo una etapa o debería ya empezar a vender el montón de libros que tengo :(  
Pero bueno, después de este rollo personal que os he soltado, voy a por el libro en sí!

El nadador cuenta con unas 430 páginas divididas en capítulos bastante cortos que para situarnos un poco siempre empiezan con la fecha en la que transcurre y la ciudad y país donde nos encontramos, es un detalle muy práctico en una novela donde vamos moviéndonos del presente al pasado y de un país a otro a través de los diferentes personajes.

Cuando lo empezamos nos encontramos en Damasco, año 1980 y quién narra lo que está ocurriendo es un personaje del que nunca sabremos su nombre pero a quién reconoceremos como El nadador. A partir de un interesante y sorprendente primer capítulo, saltaremos al "presente" (2013) y seguiremos dos líneas temporales, por un lado, la que va corriendo desde 1980 hasta la actualidad y otra que empieza el 8 de diciembre y acaba el 26 de diciembre, finalmente las dos líneas acaban uniéndose en el presente, cómo véis la segunda transcurre en muy pocos días y parece mentira la cantidad de situaciones que se viven en tan breve espacio de tiempo.

El narrador cambia en cada hilo temporal, en el presente encontramos un narrador omnisciente pero en el pasado es el nadador quién se ocupa de contarnos lo que va ocurriendo y a diferencia del anterior donde la narración es directa, aquí de la misma manera que no llegamos a conocer nunca al agente estadounidense, lo que nos cuenta también está rodeado de misterio, de cosas que no se dicen pero están ahí y las intuímos, siempre jugando con medias verdades y confundiéndonos.
Respecto a los personajes, ya os decía que poco sabemos de la persona que da título al libro pero eso lo hace más interesante, sabemos lo justo y necesario para entender cual es su papel en la novela y como las acciones de su pasado le persiguen y atormentan hasta el presente, lo curioso es que nosotros no sabemos nada de él, pero sus jefes en cambio lo saben todo todo, a pesar de que se calle lo importante a ellos no les engaña.
Pero otras personas van apareciendo a lo largo de la novela, en los 20 días en los que transcurre el presente descubrimos a Mahmoud Shamosh, un antiguo militar que ahora está cursando una tesis sobre la guerra, Klara Walldéen quién trabaja para una diputada del Parlamento Europeo, George Lööw un lobista que tendrá que replantearse qué intereses son los que más le conviene defender... el papel de todos ellos será fundamental para el buen desarrollo de la historia, les conoceremos por separado pero poco a poco sus caminos acabarán cruzándose para confluir en el desenlace de la narración. 
Los personajes en general están poco perfilados y son algo planos, aunque hay excepciones: Klara es a quién más llegamos a conocer, la trama la lleva hacia unas situaciones para las que no está preparada y que a pesar de ello afronta con valentía, entendemos bastante bien lo que siente y qué la motiva, aunque cuesta un poco ponerse en su lugar. El espía, a pesar de no conocer mucho de él, es un personaje interesante, a medida que se desvela su historia vamos notando el aura de tristeza, de culpabilidad y remordimientos que le envuelve.
Podríamos pensar que en los thrillers o novelas de espías, lo de menos es la descripción de los personajes y quizá en algunos libros eso sea así porque estos no influyen en su desarrollo, en éste en cambio desde el momento en que lo que mueve la historia son los sentimientos (culpa, amor...) ya se me hace necesario hacer una buena caracterización de ellos y en algunos esto falla un poco.

El autor utiliza un lenguaje cuidado, directo, pasando de un ritmo lento inicial a un rápido sin casi transición, mezclando diálogo con narración sin entrar en muchas descripciones. Si a esto le sumamos que los capítulos son bastante cortos, vamos avanzando de forma rápida a lo largo de países, situaciones y personajes. 


El nadador es un thriller que me ha recordado un poco los primeros libros que leía de Frederick Forsyth pero con una diferencia que me parece fundamental: la crítica a la privatización de la guerra, al papel de los soldados y como los oscuros intereses políticos y económicos juegan con las vidas de personas, sean del país que sean, sin importarles lo que les ocurre y como para tapar los errores cometidos se llega a extremos insospechables. 
Realmente no nos hace faltar leer un libro para imaginarnos como se nos manipula pero hay algunas frases que choca leerlas, una por ejemplo no la olvidaré en tiempo, no la cito textualmente pero dice algo así: Estábamos convencidos de que había armas de destrucción masiva porque nosotros se las habíamos dado (o vendido...), ufff! 
Otra que me ha parecido también dura y que seguro que sirve de justificación ante demasiadas barbaries es: "Los soldados no asesinan, luchan por la supervivencia de su país", ¿de verdad?
Si -muchos- pensamos que no debería privatizarse la sanidad, imaginaros cuando se privatiza algo como la guerra, las personas no importan, sólo los beneficios (sean económicos, promesas, saldar deudas...). ¡Da miedo! 
Estamos pues, ante una novela moderna, actual, donde reconocemos de lo que están hablando porque "hemos vivido" esas guerras y lo peor, estamos viviéndola ahora mismo cada vez que encendemos nuestro televisor.

A lo largo de sus páginas, el autor nos lleva a visitar bastantes países, me ha gustado especialmente cuando la historia se sitúa en Suecia, es un país al que fui con una amiga hace tiempo y nos movimos bastante, yendo de albergue en albergue. 

Uppsala, ciudad donde transcurren algunos capítulos la encontré preciosa y no me importaría volver a ir, así como también disfrutaría recorriendo la zona de Sankt Anna y más en invierno!
Bruselas, Estocolmo, París, Ámsterdam... son otras ciudades que se dan cita en El nadador, la ambientación es bastante buena, incluyendo muchos detalles: nombres de calles, monumentos, zonas donde la gente sale, pubs... eso nos sitúa un poco en cada ciudad y me ha permitido recordar algunos sitios en los que he estado y a su vez, está claro que el autor sabe de que habla cuando nos explica cosas sobre el funcionamiento del Parlamento Europeo, son detalles desconocidos para la mayoría y me resultan interesantes de leer.
Cómo todo thriller que se precie tiene sus ingredientes para engancharnos aunque lo que menos me ha gustado, aunque algunas cosas ya las he ido mencionando, son sus primeros capítulos, el ritmo es algo lento y no acababa de engancharme, pero es cuestión de tener un poquito de paciencia, ya veréis que a partir de cierto punto del libro no lo podréis dejar, ahí el ritmo pasa de 0 a 100 y nosotros con él.
Había leído ya varias reseñas donde se criticaba el final ya antes de llegar a él, así pues me esperaba algo bastante malo pero al final he tenido que expresar un: "tampoco es para tanto", pero es con doble sentido, porque por un lado no es tan malo como lo esperaba pero por otro es un poco precipitado y demasiado rápido para lo que llevábamos ya de novela, pero no podemos olvidar tampoco que éste es el primer libro de Joakim Zander, vamos a darle la oportunidad de aprender de este libro y de mejorar aquello que se pueda mejorar.
Para finalizar, es una novela que por un lado me ha gustado pero por otro me ha parecido mejorable. La trama, su desarrollo y la crítica que subyace en sus páginas me ha dejado un buen sabor de boca, pero flojea un poco su final y la inverosimilitud de algunas situaciones. Eso no quita que sea un libro que nos llega a enganchar y que es entretenido, finalmente también nos hace pensar sobre aquello que se nos oculta y como los intereses son más importantes que las personas y ya cualquier libro que me lleve a cuestionarme lo que nos venden me parece interesante de leer, creo que también estamos un poco hartos de que EUA siempre queden como los buenos y cuando la cosa cambia, se hace interesante de leer. Por ello, esperemos a ver como Zander mejora en su próxima novela! 

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