Hace unos días saltaba la noticia, Cristiano Ronaldo estaba triste, ¡¡ pobre niño rico !!. Inmediatamente se empezaron a enumerar las posibles causas de tal estado. Comentando el tema con el compañero Carlos, llegamos a la conclusión de que el principal problema era el extremado ego del jugador, alimentado por su ambicioso representante, Jorge Mendes. Cristiano Ronaldo se considera el mejor jugador del planeta y cree que no es tratado como tal en varios aspectos:
- Salario: Pese a ser rápidamente desmentido, no estar ni entre los 5 jugadores mejor pagados del mundo influye. También tiene que ver el que tiene un contrato largo, lo que reduce el número de operaciones, con lo que se reduce el número de comisiones generadas, malo para su representante que, astutamente, sacará tajada de todo esto en forma de suculentos emolumentos.
- Consideración dentro de la plantilla blanca: Se siente la estrella del equipo, pero, dentro del vestuario, los capos son el clan español, encabezado por Casillas, Ramos y Xabi Alonso, que no acaban de tragar con los ataques de estrellita del portugués. Ve que en el Barça, todo el sistema de juego gira en torno a mejorar el juego y los números de Messi, perfectamente integrado, asímismo, en el vestuario culé. Pide el mismo trato que su rival argentino y en el Real Madrid ni Mourinho ni el clan español están dispuestos a dárselos.
- Reconocimiento en forma de premios: Desde que ha llegado al Madrid, prácticamente todos los reconocimientos individuales se los ha llevado Leo Messi, de forma merecida. La excepción fue el último premio entregado hace unas semanas en Mónaco que fue a recaer en Andrés Iniesta, Cristiano, por su parte, siempre forma parte del podio en todas las votaciones pero no acaba de llevarse ningún galardón (bota de Oro 2010-2011 aparte). Esto va minando la moral del autoconvencido como mejor jugador del mundo.