Revista Cocina

El negocio animalista y su comercio con la desgracia de los animales

Por Luistovar


La organización "IgualdadAnimal" (IA) vuelve a lanzar por enésima vez su campaña sobre el comercio de perros (y gatos) en China para servir de comida a los humanos. 
De nuevo, nos encontramos con esta campaña que ningunea a los demás animales que no son perros y gatos. Una campaña que pide específicamente que se acabe con esa explotación sobre perros y gatos; como si no hubiera otros animales sometidos a la misma opresión. Esto es un ejemplo del especismo que existe dentro del ámbito animalista. Esa campaña ignora deliberadamente al resto de animales que son igualmente explotados por el mismo motivo: porque no son humanos.
Imaginemos que existiera una campaña contra la violación de mujeres blancas en China. ¿Acaso apoyaríamos o aceptaríamos semejante campaña? Esa campaña podría justificarse apelando a que al estar dirigida al público occidental, y siendo éste mayoritariamente blanco, se sentiría más identificados con esas mujeres. Esa iniciativa es racista simplemente. Esa campaña fomenta el racismo y no es aceptable independientemente de que las supuestas (e improbables) consecuencias buenas que produjera. No sólo las mujeres blancas son víctimas de violación en China ni sólo en China hay violación. Esa hipótetica campaña sería tan absurda e inmoral como lo es la campaña sobre el consumo de perros en China.
Las supuestas buenas intenciones o consecuencias no justifican moralmente hacer una campaña centrada en una especie que discrimina al resto de animales que están sometidos a la misma explotación. Eso implicaría asumir que el fin justifica los medios: que si la consecuencia que buscamos conseguir es buena entonces podemos hacer lo que nos dé la gana para conseguirla. Aquí tenemos precisamente la misma forma de pensar inmoral que sostiene la explotación animal.
La campaña de IA dice que supuestamente han conseguido "cerrar mataderos" de perros y gatos, pero lo que no te cuentan es que otros han abierto en su lugar. Cerrar un matadero por incumplir una normativa legal no impide que abran otros nuevos en el futuro inmediato, que cumplan esa normativa, para satisfacer la demanda del consumo de animales. La explotación existe porque existe la demanda. Mientras haya demanda, segurirán existiendo mataderos. Así que esa campaña no ha ayudado ni ha conseguido nada para los perros y gatos, o demás animales, que son explotados para servir de comida a los humanos.
Incluso aunque hipotéticamente consiguieran acabar en el futuro con la explotación de perros y gatos para comida, esto no significaría que esos animales dejaran de ser explotados para otros fines (mascotismo, experimentos,...). Ni tampoco significa que los chinos dejen de comer animales y sustituyan ese consumo por vegetales. Lo que harían en todo caso sería sustituir ese consumo por el consumo de vacas, cerdos, pollos, conejos, peces u otros no-humanos.
Una campaña contra el uso de perros para comida está implícitamente diciendo que no hay problema en comer vacas, cerdos, y otros animales.
Esa campaña no ha conseguido que nadie se replantee su prejuicio especista. Todo lo contrario. Lo que consigue es que la gente siga creyendo que discriminar en base a la especie es algo que está bien y que comer animales es algo que está bien siempre que no sean perros y gatos. Esto es especismo en su máxima expresión y es lo que esa campaña está difundiendo.
Esto se puede ver en un reciente programa de radio en el que se entrevista a Javier Moreno, director de IA, para que explique la campaña y él en ningún momento señala que lo que hacen en China es moralmente lo mismo que hacemos aquí con los animales que comemos. Es una de las locutoras del programa, Daniela Blume, la que establece esa conexión con lo que nosotros hacemos a los demás animales. Pero después de eso, Javier Moreno continúa con su discurso sobre los perros en China. Él sigue ignorando deliberamente a los demás animales y sólo le interesa promover su campaña para recaudar dinero.
Si alguien supuestamente se interesara por el veganismo a través de una campaña especista con más razón podría haber llegado del mismo modo sin necesidad de una campaña especista. Una campaña vegana podría haber concienciado mejor aún a esa persona. No tenemos necesidad de recurrir a esas campañas injustas que perpetúan el prejuicio del especismo. Si alguien llega a conocer el veganismo no es gracias a esas campañas sino más bien a pesar de ellas.
La misma matanza que sucede en China está ocurriendo a pocos kilómetros de nuestras casas, en las granjas y en los mataderos, carece por completo de sentido que denunciemos las matanzas que ocurren en otros países lejanos ignorando lo que está sucediendo en nuestro entorno cercano. No sólo es una cuestión de contexto o de cercanía, porque si nosotros consumimos productos de origen animal entonces esas matanzas las estamos financiando directamente nosotros.
¿Por qué se hacen este tipo de campañas? Porque es un negocio para sus autores. No es activismo. Casi todo el mundo occidental está de acuerdo en que no deberíamos comer perros ni gatos. Por eso las organizaciones corporativas animalistas se centran sólo en esas especies y te piden dinero diciendo que ellos van a acabar con esa explotación en China, aprovechándose de la compasión de la gente. Su intención primaria es conseguir dinero, para poder vivir de un negocio basado en explotar la explotación animal.
Los humanos comerciamos con las vidas de otros animales y, dentro de ese comercio esclavista, las organizaciones animalistas corporativas comercian para su lucro personal usando la desgracia que padecen los animales nohumanos.
Por todo ello, pienso que nadie debería apoyar esa campaña. Que cada uno reflexione por sí mismo acerca del asunto y saque su propia conclusión. 
El negocio animalista y su comercio con la desgracia de los animales

Volver a la Portada de Logo Paperblog