Revista Diario

"El nene" va andando

Por Treintañeraconhijo
El viernes nos han invitado al cumpleaños de la hija de una amiga que cumple tres años, así que el martes pasado fuimos al centro comercial de mi barrio a comprarle el regalo. Y mi hijo como siempre no quería carrito, “el nene” tenía que ir andando. Pero claro, no para quieto un momento y no veáis lo difícil que es mirar ropa y a la vez tener un ojo puesto en el peque para que no se te despiste.
Lo de no querer carrito no es de ahora, nunca le ha gustado mucho, ya de bebe te montaba unos pollos cada vez que le metías dentro de mucho cuidado y claro en cuanto empezó a andar, y lo hizo con once meses, cada vez lo hemos ido utilizando menos. Ahora mismo lo suelo llevar en el maletero del coche, pero más que nada por si se queda dormido para poder sacarlo del coche sin tener que despertarlo, porque por lo demás, lo llevo de adorno. Porque como diga que no se mete en el carrito no se mete, y no hay forma, se pone tieso, tieso y ya puedes decir y hacer lo que quieras que es imposible.
Y claro, cuando el niño se cansa de andar hay que cogerlo en brazos y con lo que pesa te deja la espalda destrozada. Yo ya le he dicho que no le cojo más en brazos, que si quiere al carrito, pero con tal de no meterse ahí, por muy cansado que esté sigue andando. ¿Pero dónde vas con 19 meses? Y al final me da pena y acabo cediendo y le cojo. Y entonces es cuando me cruzo con un montón de papas con sus niños bastantes mayorcitos sentados tan ricamente en sus cochecitos y sin protestar y es cuando miro al mío y le pregunto ¿y por qué tu no? y entonces me echa una sonrisa y por supuesto no me contesta.
Cuando era más bebe y todavía no andaba lo habitual era vernos a su padre o a mi con el niño en brazos y al otro llevando el carro vacío, es decir vacío de niño porque lo utilizábamos para llevar abrigos, bolso, bolsas… es decir todo menos niño. Así que si tengo otro hij@ me voy hacer de mama canguro, me voy a comprar un fular y por lo menos iremos más cómodos el niñ@ y yo, la pena es no haber conocido este método antes. Tengo dos amigas que lo están usando con sus hijos y les esta yendo estupendamente.
Volviendo al tema del martes. Después de comprar el regalo se unió a nosotros su padre que llegaba de trabajar y si conmigo sólo no para quieto cuando estamos su padre y yo juntos parece que le han puesto pilas nuevas. Se recorrió todo el centro comercial corriendo y eso que es un centro comercial grandecito. Iba corriendo pasillo adelante y luego volvía corriendo hacia atrás, se paraba un rato a jugar con un camión que llevaba, se sentaba otro rato a jugar con una niña que se había encontrado, se iba a ver un escaparate…total que tardamos como una hora en recorrer una distancia que con el “bendito carrito” hubiéramos tardado diez minutos. Porque eso si, el martes no quería que le cogiéramos en brazos.

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