Habitaciones empapeladas literalente de petalos de flores sirvieron de escenario para el debut de Raf Simons en la emblemática firma francesa Dior y en la alta costura.
Todos los ojos estaban puestos en el diseñador belga. Los mios también gracias a la retasmisión en directo del desfile.
Mientras lo miraba se me ocurria…
“¡Cuantas cosas en común con el último desfile para Jil Sander!”
…y es que el trabajo de este diseñador para la casa alemana fue impecable e imposible de olvidar. Sobre todo el último desfile en el que las flores en urnas de cristal tambien fueron protagonistas junto con colores como el gris, el rosa empolvado y el rojo pasión en piezas de un solo color, piezas monocromo que también hiceron su aparición ayer.
“¿Alta costura? ¡Me gusta, me gusta, me gusta!”
Hemos escuchado infinitas veces el trabajo y esfuerzo que supone sacar las colecciones de alta costura adelante y son muchos los que no han podido seguir tirando del carro. Parece que Simons intenta decir con esta propuesta de haute couture otra cosa -ADIOS a la alta costura del espectáculo, la alta costura de la publicidad y de un solo día y HOLA a una alta costura que marca tendencia, que es referencia y que de la misma manera sirve para soñar. Los motivos que hacen soñar en la moda no es el teatro y la desmesura si no el diseño que cuida los detalles-
Y es que Raf es Raf, y sus diseños son Raf Simons. El diseñador capta los códigos, las formas y los emblémas que forman parte de la tradición de una casa y se los apropia, los depura les da un toque futurista y minimalista.
Fotrografías via VOGUE