Revista Viajes

El Nido del Águila, un restaurante inquietante

Por Viajeros

Muchos lugares históricos han sido transformados en museos, hoteles, restaurantes y otros negocios. Sin embargo, algunos pueden dar un poco de mal rollito. En las montañas de Baviera, cerca del pueblo de Berchtesgaden, se encuentra la Kehlsteinhaus, apodada como “el Nido del Águila”. Y por allí donde ahora los excursionistas descansan toman algo después de una caminata, se había paseado en otro tiempo Adolf Hitler.

Nido del Águila 460x345 El Nido del Águila, un restaurante inquietante

La Kehlsteinhaus fue un regalo del Partido Nazi a su líder en 1939, con motivo de su 50º cumpleaños. Su propósito era servir de lugar de retiro y para recibir a dignatarios y diplomáticos; sin embargo, Hitler no la visitó en más de diez ocasiones y por muy poco tiempo. Esa poca conexión salvó a la casa de ser destruida al final de la Segunda Guerra Mundial; y aunque inicialmente estaba marcada como objetivo de bombardeo, se desestimó por su escasa importancia (más que nada simbólica) y difícil acceso.

Se puede llegar a la casa a pie (una caminata de unas dos horas desde Berchtesgaden) o bien por carretera (en coche o en bus; si quieres alquilar un coche puedes hacerlo en Münich). Desde arriba se tiene una muy buena vista de las montañas circundantes, así que merece la pena. Desde la cima se entiende el apodo de Nido del Águila, acuñado por un diplomático francés.

A pesar de su inquietante pasado, se trata de un refugio de montaña muy bonito y con cierto lujo: el carro del ascensor que llega hasta la casa está decorado con bronce, cuero y espejos venecianos; y en la sala principal destaca una gran chimenea de mármol rojo italiano, un regalo de Mussolini. Se hacen visitas guiadas en inglés, por si tenéis interés en conocer un poco más la historia del lugar.


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