Revista África
La fe y la ilusión son los ingredientes necesarios para que se materialicen los sueños. Eso, y trabajar por lo que se sueña y se cree.
Y así quedó constancia el martes pasado cuando el Bubisher, nuestro pájaro de la buena suerte, sobrevoló sobre todos los asistentes al acto de presentación del libro “El Mapa de la Espera” de Ana Rossetti.
Ana ya había favorecido un clima propicio: alfombras y cojines por el suelo ambientando el interior de una jaima. En un momento determinado hasta ella se adornó con una melhfa.
El ambiente se iba caldeando según iban llegando los asistentes al acto: amigos de Ana, del Bubisher, los amigos libreros de “Librerías con Huella”, amigos y representantes del pueblo saharui, como el Delegado de la RASD, el señor Bucharaya, y Zahra Radam la presidenta de la Asociación de las Mujeres Saharuis en España
Y el Bubisher voló, y emergió desde el interior de las páginas del libro a la invocación de la propia Ana Rossetti :
¡Bubisher! ¡Bubisher!
Pájaro de las buenas noticias,
¡pósate en mi jaima!
¡dime que la espera ha terminado!
¡dime que ya es tiempo de regresar!
Y su voz, sucedió al resto de las voces: a la de Ricardo Gomez, que hizo la presentación del proyecto Bubisher, a la de Limán Boichá que transmitió la magia y la poesía del pueblo saharui., y a la de Pilar Villasana, que leyó unas emotivas palabras en nombre de “Librerías con Huella”. Tras las cuales, hizo entrega a Ricardo del talón de 10.000€ , cantidad que aportan las cuatro librerías para la construcción del Nido del Bubisher.
Ricardo les agradeció su magnífico gesto con unas emocionadas palabras, y les hizo entrega de unos obsequios: darrahs y melhfas. Un pequeño y simbólico recuerdo ante su solidaria y generosa aportación.
Ana Rossetti dejó la presentación de su libro para el final: una bellísima exposición de una mapa que en su recorrido nos lleva justamente hasta el corazón del Sahara. Y en otro acto de generosidad, ha cedido todos los derechos de su libro para el Bubisher.
Todos, absolutamente todos los que formamos la gran familia del Bubisher estábamos el martes allí. Todos los que están o estuvieron en algún momento acompañando el camino del Bubisher desde sus comienzos, alentando su vuelo. Y al finalizar, en el momento de las despedidas, cuando nos emplazábamos para otra ocasión y nos citábamos en otro punto , quizás en Smara.
Cuando se apagaron las luces, el pequeño Bubisher volaba tranquilo esperando su nuevo nido. Sonreía...