Revista África
Sí, formamos parte ya del cielo de Smara, ya "se nos ve". El Nido crece en altura y en presencia. Hamida nos decía con orgullo que la gente estaba viendo la obra con admiración, por el diseño y por la rapidez con la que se está construyendo. Escribió Luisa antes de ayer que siente mariposas en el estómago viendo el progreso de la obra. Y no es para menos. Emociona, sí, ver el fruto de tanto esfuerzo, como debe de emocionar a todos los que a través de Librerías con Huella decidieron un día contribuir tan decisivamente a la construcción de la Biblioteca.Pero en marzo, cuando previsiblemente estaremos inaugurando el Nido, viene lo más difícil: que esté también en el horizonte vital y cultural de Smara. Que no solo sea un espacio, sino también un escenario: de actividades, de grupos de lectura, de cursos, de cine, de todo lo que de un horizonte a los niños y a los jóvenes.Ya se nos ve. Y lo que se nos verá.