En este cuarto libro, el Alquimista al fin ha logrado reunirse con la Hechicera para seguir con la formación mágica de los mellizos Sophie y Josh Newman, los gemelos de la leyenda y la única esperanza que tiene la humanidad para salvarse, pero los Flamel han tenido por siglos a otros mellizos que cumplían con la profecía del Libro de Abraham:
"Oro y plata, sol y luna. Los dos que son uno el uno que lo es todo, uno para destruir el mundo, el otro para salvarlo";y siempre estos inocentes jóvenes habían perecido, por tanto, Josh y su hermana han empezado a desconfiar de ellos.
Hay secretos dolorosos que se empiezan a desvelar, y los Newman deben decidir en cuál bando estar, no confiar en nadie y seguir su propio corazón, así les toque tomar las decisiones más arbitrarias y lastimar en el camino a otros; una situación que no desaprovechará el Nigromante para tener de su lado a uno de los chicos para transmitirle su arte y así dominar el planeta, Inmemoriales e inmortales por igual.
¿Qué ocurriría si las más terribles y sombrías pesadillas de los rincones más oscuros de la mitología humana invaden la tierra?
¿Cuánto tiempo los humanos, incluso con todo su armamento y su sofisticada tecnología, serán capaces de sobrevivir contra el caos que se avecina?