He visto tu foto. En la orilla. Ahí, donde jugaban mis hijos.
No me ha gustado verla. Pero creo que debía hacerlo.
He leído tu nombre. Aylan Kurdi. Tenías tres años.
He intentado maginar tu historia, la de tus padres. Desde que naciste, hasta que te vistieron para ese viaje. En busca de algo nuevo, algo bueno.
Venías a jugar, venías a vivir. Y ya no lo harás.
Había leído del drama de los tuyos. Pero ahora te he visto. Y algo se ha removido.
Ahora tenemos que hacer algo.
http://www.elmundo.es/internacional/2015/09/02/55e7209646163fb77b8b459b.html