El Niño Gusano. El Escarabajo más grande de Europa. Edición Rockarte

Rockarte se mete ahora a animar el último disco de una banda española que desconocía, y revisando un poco me encuentro con las siguientes descripciones: "Mira, quizás exagero, pero creo que se puede vivir dentro de un disco, y si mi razonamiento es cierto este álbum es con el que deberías hacer el experimento", "Genial y entrañable, El Niño Gusano se disolvió con su mejor disco, todas canciones redondas, grandes melodías y las extrañas y bonitas letras de Sergio Algora. De lo mejorcito del género en España. Se les echa de menos", "Para mi sin duda el mejor disco español de la historia, sus letras son inolvidables y hacen que te sientas en un planeta similar al que debe habitar ahora mismo Sergio Algora... un planeta donde seguro que hay un podium donde poder decir... ¡soy el primero cuando quiero!". "La despedida de un mito. Un mito de esos de mucho elogio y poco pan. Un grupo que acabó ahogado en loas, pero que se cansó de intentar un asalto a los cielos que siempre le estuvo vetado. El Niño Gusano siempre fue y siempre será un grupo para gourmets, para los que no se conforman con lo de siempre. Aquí se destapan con su obra más completa, más redonda y mejor grabada. También la más larga, cosa que esta vez no molesta. En su epílogo el grupo se regodea en esos arreglos que siempre habían cuidado hasta el extremo. Unos detalles que aquí vibran con un fulgor casi inédito. En este disco por fin pudieron plasmar sus maravillosas ideas con toda su viveza merced a una producción detallista y milimétrica y gracias también al uso desprejuiciado y libre de teclados y extras varios que se sumaban gozosos a esas guitarras que habían dominado sus dos primeras obras. Por todos estos detalles estamos ante el disco más accesible de la banda y el más poderoso a la vez. Aquí alcanzan un nivel insuperable y consiguen que todos podamos entender su mensaje sin perder su idiosincrasia. También se cuelan unas buenas dosis de melancolía en letras y músicas como anunciando el inminente final. Detalles que hablan de coherencia y genialidad en un auténtico hito del pop en castellano. 9.4".
Ojo que esas descripciones no son mías, las saqué de Rate Your Music.
Edición Rockarte

Si no pueden ver la animación, vengan acá: https://fb.watch/hSVD3GF4YN/

Y si quieren saber más de este disco, aquí tienen:

El Niño Gusano probó suerte con una RCA, por primera vez en una multinacional, con quienes editaron en 1998 "El escarabajo más grande de Europa", un álbum imprescindible con una producción de calidad. Fue el momento de la verdad en el grupo, un disco total, bueno de verdad, extenso y pocos altibajos, con grandes momentos no inmediatos y lleno de matices que aseguran más escuchas durante años hasta hoy, es decir, todo un clásico llegando a imitarse a si mismos. Fue un giro esencial a su línea argumental con canciones intimistas, medios tiempos, una producción detallista en un estudio profesional (producido por Joaquín Torres, Madrid y masterizado por Alvaro Corsanego, grabado y mezclado en el estudio de Torres durante los meses de enero y febrero del 98).
Resultó sobresaliente como disco y como reinvención, el tiempo le dio un papel de epitafio que le va como un guante por su imagen fría y el tono melancólico de perdedor, letras desoladoras, pop intimista y con grandes canciones pletóricas y visionarias "Duerme", "Un rayo cae", "El fabricante de alas de mariposa", "Lourdes", el adictivo magic-pop de "Papel de regalo"...
Antes de este disco llegaron "Circo luso" y "Efecto lupa". El primero fue un experimento fresco y lleno también de himnos como "La mujer portuguesa" o "Capitán mosca", y el segundo menos psicodélico y más pop lleno también de himnos. Para los fans, existe un disco imprescindible "Fantástico entre los pinos" (Grabaciones en el mar, 2000) donde esconde sus rarezas, en un doble cd de 29 cortes con caras b, covers, versiones alternativas y algunos temas que nunca llegaron a LP.
En la gira de el escarabajo viajaban como un gran grupo, tras su publicación el grupo realizó una extensa gira de presentación y se extrajeron dos singles del álbum en 1999: "Ahora feliz, feliz" y "Lourdes". En verano de ese mismo año el grupo decidió disolverse, encontraban pocas ventas, según Vinadé "lo bueno de el Niño Gusano es que nunca teníamos que darle vueltas a nada. Hacíamos todo sin que nos costara. Era pura afición, pero llegamos a un punto en que nos costaba juntarnos a ensayar, las canciones se hacían por separado y el rollo del grupo que había hecho que fuéramos especiales se estaba perdiendo". Según Algora, "sentíamos cansancio, muchas dudas sobre el interés de RCA, malos rollos personales y problemas económicos, porque éramos un grupo magnífico según todo el mundo, pero aquello no daba dinero y pasábamos por una etapa en la vida en que necesitas un sueldo a fín de mes".
Miqui Puig mencionó en el blog Zaragota "No sé si en el momento nos dimos cuenta de que estábamos ante algo muy grande o sólo sonríemos antes lo marcianos que eran esos maños. Años después nos dimos cuenta de que la música pop era algo más que el tópico de las canciones de amor a la vieja usanza, años después vimos a Robyn Hytcock, a los Soft Boys y hasta a Syd Barret, pero con unas connotaciones que hubieran hecho las delicias de ¿Buñuel? El Niño Gusano era claroscuros vitales, unos impulsos únicos, que a día de hoy, nadie ha igualado.”

Marlene Manos de Topelflaitz