Revista Deportes
...Así lo calificó Pablo Blanco en sus inicios, en nuestra Fábrica de los Sueños, en la Ctra. Utrera. Así lo vió él y así lo hemos visto todos, todos los que hemos tenido la suerte de seguirte durante estos diez años Jesús. No sólo los títulos te dejan huella y te marcan como aficionado. Nosotros, los sevillistas, que casi no estamos acostumbrados a títulos, o al menos no lo estábamos, nos teníamos que conformar con marcarnos como referencia algún jugador emblemático, ahí quedaron los Suker, Polster, Pintinho, Kanouté,etc...etc...
Tú, por supuesto, no podías faltar a esa lista grande, de grandes futbolistas.
Que difícil se hacen las despedidas y más cuando al que toca despedir aun no nos creemos que se nos vaya. Nuestro niño del alma, ese palaciego que siempre estaría ahí y al que egoístamente deseábamos pájaras veraniegas para mantenerlo con nosotros y disfrutarlo.
No he querido hacerlo antes, en cuanto salió la noticia porque, quizás, aun esperaba una reacción contraria, "una pájara" o simplemente un ..."no me quiero ir".
Pero sí.
Te vas.
Te vas, y te deseo la mayor y mejor de las suertes. No podía ser de otra manera. Sé feacientemente que siempre llevarás a tu Club en el corazón y que algún día, a lo mejor, volvamos a verte con esta camiseta que tantas y tantas veces estiraste de coraje y a la que incluso diez años después llegaste a colgarle un brazalete de CAPITÁN.
¡¡Qué momentos nos dejas chaval!!...
Qué recuerdos para toda la vida. Qué impresionante nombrarte de la misma manera que nombramos a aquellos que nos hicieron historia, a todos esos grandes futbolistas que dejaron su calidad y emblema en nuestros corazones.
Olvídate de las pájaras y deja boquiabierta a Inglaterra entera. Allá vas a tener charcos a los que regatear cuando hayas sentado a más de un inglés con tu cintura.
Bueno Jesús....como hago en todas las despedidas....
QUE TE VAYA MUY BONITO PALACIEGO.....Hasta pronto.