Los niños pequeños son muy vulnerables. Sin duda, la felicidad de un niño es el deseo de cualquiera de sus padres. Por ejemplo, los niños disfrutan al cien por cien jugando con otros niños al aire libre en el parque o disfrutan cuando aprenden los contenidos de su asignatura favorita. ¿Pero qué sucede cuando el niño dice que no quiere ir a la escuela hasta el punto de que incluso, dice que se siente enfermo? Cuando este gesto se produce con frecuencia entonces existe un problema de fondo que afecta al niño a nivel emocional.
Es decir, cuando el niño siente muchos nervios como consecuencia del miedo de ir a la escuela entonces se siente mal porque le duele la tripa, por ejemplo. En este caso, detrás del miedo que experimenta el niño existe una causa concreta que los padres deben determinar y descubrir con la ayuda, en caso de que sea necesario, de los profesores que dan clase al pequeño. Esta situación puede ser consecuencia de que el niño se siente poco integrado con sus compañeros de clase, tal vez, esté sufriendo las burlas de algunos de ellos. De este modo, el niño se siente diferente y fuera de lugar.
Del mismo modo, tal vez el niño tenga miedo de ir a la escuela porque tiene dificultades con alguna asignatura en la que no avanza al ritmo de los demás compañeros. En este sentido, las asignaturas que suelen ser más difíciles para los niños son las matemáticas o también, la gimnasia para aquellos pequeños que tienen poca agilidad y flexibilidad.
El niño puede decir que está enfermo para no ir a la escuela. Lo cierto es que cuando siente muchos nervios el malestar que experimenta es real por lo que es importante ayudar al niño en la medida de lo posible para afrontar y vencer el temor.