A algunos niños les asustan mucho las situaciones nuevas y las personas desconocidas. Se mantienen "a la defensiva" antes de participar a una actividad con otros niños, se mantienen al margen, observando y esperando e incluso no participan en nada. Si se les fuerza a probar algo nuevo, se retraen y se resisten y, cuando se les presenta a una persona desconocida, se pegan literalmente a las faldas de su madre. Para fomentar su independencia y sociabilidad no se les debe forzar porque es frustante para el niño y hace que se sienta más inseguro.
La mejor solución es dejar que vaya a su propio ritmo. Se le ha de dar el tiempo que necesita para adaptarse a las situaciones nuevas y dejar que coja la mano de uno de los padres en los momentos en que necesite su apoyo. Si los padres aceptan al hijo tal y como es adquirirá más seguridad en sí mismo y no se verá ridiculizado por los de su entorno.
Si esta timidez persiste mucho tiempo se debe comentar con el pediatra y, si fuera necesario, es bueno pedir consejos concretos a un especialista como Ana Martinez del centro I.T.A.E.