La timidez es una pauta de comportamiento que impide el normal desarrollo de la persona en sociedad. La mayoría de teorías coinciden en señalar que se trata de algo innato, es decir el niño nace tímido y solo será mediante modificación de conducta que podrá variar un tanto ese patrón. Hay otra vertiente en cambio que apunta que la timidez es un modo de comportarse que se aprende durante a niñez y como tal se puede cambiar.
Hay varios grados de timidez, habrá niños que simplemente estén incómodos ante extraños o en determinadas situaciones, pero en otros casos más graves esa timidez les impedirá relacionarse con el resto de niños y adultos de una forma normal.
La labor de los padres será saber valorar en que punto está su hijo y como puede ayudarle.
En realidad difícil saber si un niño es tímido o no
Es difícil averiguar si un niño es tímido ya que no se expresan de la misma manera que los adultos. Además, la gran mayoría, se muestra tímido ante nuevas situaciones o personas. Pero en los niños con este rasgo el miedo a separarse de sus padres es muy acusado, no tienen muchos amigos y suelen estar solos. Tampoco les gusta participar en actividades que llamen la atención sobre ellos.
Pese a que haya un componente genético que marque una personalidad tímida, también es cierto que la actitud de los padres tiene mucho que ver en que esa predisposición se mantenga y crezca o se atenúe. Los padres con poca consistencia en las normas crean niños inseguros y por tanto poco dados a interactuar, del mismo modo si son sobreprotectores no dejan que el niño adquiera su independencia y no poseerá las habilidades sociales necesarias. Lógicamente si los padres no se relacionan con el resto o son muy introvertidos esto derivará en que el niño acabe imitando la conducta. Es también importante que el niño esté en un clima afectivo seguro y cariñoso, de esta forma desarrollará una buena imagen de si mismo y su autoestima se verá fortalecida, ganando confianza y seguridad.
Si pese a todo el niño sigue manifestando una timidez que le impide un desarrollo social normal se puede trabajar para cambiar sus pensamientos y emociones, además de reforzar las habilidades sociales. En esta tarea puede ser muy útil la ayuda de un profesional pero el papel de los padres será el más importante.
La timidez moderada no es un ningún problema
Ante todo no deben tratar la timidez de su hijo como un problema, deben hacer que el niño lo vea como algo normal no como algo que lo distingue, ya que esto solo agrava la situación. No hay que referirse a él como un niño tímido, ni tampoco forzarle a que se embarque en situaciones para las que no está preparado, hay que darle su tiempo para hablar y reaccionar, sin adelantarse ni hacerlo por él.
Los padres deben ser un modelo de habilidades sociales para el niño, saludando, interactuando con la gente, sonriendo... el niño tenderá a imitarlo pero además los padres pueden ayudarle indicándole como se hace. Respetando su ritmo y reforzando sus logros poco a poco se puede lograr que el niño supere esta barrera.