El Buda enseñó la iluminación y la salvación. Afirmaba que la idea fundamental de la salvación, es librarse de las leyes del Karma y el Samsara, para alcanzar el Nirvana.
Los textos budistas dicen que es imposible describir el Nirvana, ya que sólo se puede experimentar. No es un cielo a donde uno vaya después de la muerte, sino algo que todos pueden alcanzar ahora mismo.
Se dice que la palabra Nirvana significa “apagar por soplo, o extinguir”. De modo que algunos lo definen como el cesamiento de toda pasión y deseo; una existencia libre de toda sensación como el dolor, el temor, el deseo, el amor o el odio; un estado de tranquilidad, reposo e inmutabilidad eternos.
Esencialmente, se dice que el Nirvana es la cesación de la existencia individual.
El Buda enseñó que la iluminación y la salvación (la perfección divina) no viene de ningún Dios, ni de una fuerza externa, sino del interior de la persona por su propio esfuerzo en buenas obras y pensamientos rectos.