Obama, el “gran Nobel de la paz” pretende aumentar el presupuesto para la guerra de Afganistán. No está satisfecho y quiere más medios para más guerra. Paradojas de la vida. Ilusos aquellos que pensaban que Obama perseguiría la paz. Éstas son las pruebas.
Hoy se encuentra en dificultad para obtener más dinero del Congreso de los EE.UU. Se han conocido, por los informes publicados por Wikileaks, las salvajadas realizadas por las tropas de USA y de otros países –por cierto también hay dos episodios de las tropas españolas que han matado a tres civiles y la Chacón y sus muchachos no han dicho ni mu— y ahora tiene que convencer a los congresistas demócratas (a los republicanos no es necesario, ellos son halcones natos de la guerra), o sea a su propio grupo, de que son necesarios más medios para mantener la guerra.
Un hombre “preocupado” por la paz. Por ejemplo, cuando ha conocido los horrores de los informes filtrados –casi doscientos civiles asesinados por tropas occidentales, la conexión del Estado de Pakistán (Estado subvencionado por USA) con los talibanes y otras actividades lamentables— su profunda preocupación ha sido decir que estos informes pueden poner en peligro a las tropas americanas. De los civiles asesinados nada, ya saben, las guerras es lo que tienen: daños colaterales. Pero, si los daños colaterales no son americanos, tampoco son importantes.
En fin, como ven Obama demuestra día a día ser un “verdadero pacifista”. Ya ven como ha obligado a Israel a disculparse por los asesinatos de la flotilla y a corregir su rumbo criminal, y ahora cómo está preocupado por los muertos civiles afganos. Y cómo su verdadero interés es conseguir más dólares para seguir en una guerra que ya reconocen que no ganarán.
Y es que no hay duda. Aquí hay un sólo vencedor de todo esto: el lobby armamentístico. Y Obama es su fiel monaguillo. Lo demás, Jauja.
Salud y República