El otro día nos visitó el premio Nobel de química de 1996 y como tal le hice esta entrada. Hablando con unos colegas nos pusimos a soñar como sería ganar un Nobel de química y sus posteriores repercusiones en la vida del investigador. A la conclusión que llegamos es que una vez ganado el Nobel ya eres un reputado científico, puedes cobrar por hacer solamente conferencias explicando tus trabajos, tus publicaciones saldrán en las mejores revistas científicas sin necesidad de discutir mucho con el editor o el corrector y lo más importante conseguir financiación con solo mover un par de dedos. Esto me llevó a preguntarme si siempre la vida es tan bonita como la pintan y efectivamente no lo es, y justamente cayó en mis manos una "fantástica" historia. No hace falta remontarme muy atrás. Mirando el Nobel de química de 2008 fue concedido a 3 científicos: Oshamu Oshimura, Martin Chalfie y Roger Tsien por su descubrimiento y desarrollo de la green fluorescence protein (GFP). La GFP es una proteína que se encuentra en una serie de medusas que emite fluorescencia al exponerla a luz azul.
GFP
Para clarificar a los que no os ha quedado claro del todo os recomiendo ver el siguiente vídeo.
Pero no nos olvidemos de la historia. Total estos 3 científicos reciben el Nobel de Química y resulta que dos de ellos reconocen que el descubrimiento fundamental no lo habían hecho ellos sino un señor llamado Douglas Prasher que había descubierto y aislado el gen que codificaba la GFP en las medusas. O sea que el Nobel se había dejado la pieza inicial fundamental, total los medios de comunicación acudieron raudos a entrevistar al Sr. Prasher y cual fue su sorpresa que por falta de financiación este llevaba dos años trabajando de taxista, ganando unos 8,50 $ la hora. Desgraciadamente la suerte del Sr.Prascher no estaba de su parte, tenia que haber formado parte de la historia y haber podido disfrutar de esa vida tan idílica del científico con un nobel, pero no fue así. Si estáis preocupados por el Sr.Prasher deciros que en junio de 2010 volvió a la ciencia con un pequeño contrato en una empresa dedicada a la investigación, lejos de las contundentes cifras que piden los Nobels por una conferencia. Si aparte de dedicar tu vida a la investigación dependes de la suerte para ganar un Nobel creo que da que pensar no?
Por cierto si volvéis al inicio del blog entenderéis la imagen y veréis que es un dibujo de una playa hecha con GFP's