El nombre
Publicado el 07 marzo 2012 por Alma2061
El nombre
Al nacer nos ponen un
nombre con el que nos identificamos y al que respondemos cuando nos llaman. Las
cosas existen para nosotros porque las podemos nombrar. El nombre o sustantivo
sirve para referirnos a las personas, a los animales y a las cosas.
LA FORMA DEL NOMBRE
Un nombre o sustantivo está
formado por:
- un lexema o raíz, que
indica su significado;
- unos morfemas obligatorios: de género
(masculino o femenino) y número (singular o plural);
- unos morfemas optativos: prefijos y sufijos.
Observa los sufijos que
forman parte del sustantivo gatitos:
Sufijos del nombre: gatitos
lexema
sufijo diminutivo
morfema de género masculino
morfema de número plural
gat-
-it-
-o-
-s
EL GÉNERO DEL NOMBRE
El género es una marca
gramatical que señala si el nombre es masculino o femenino. Delante de un
sustantivo masculino pueden aparecer los artículos el y los;
delante de un sustantivo femenino, la y las. En los seres
animados el género suele coincidir con el sexo de estos.
Para indicar el género del
nombre usamos:
Una terminación para el
masculino y otra diferente para el femenino:
- -o/-a: gato-gata, chico-chica.
- -e/-a: infante-infanta, monje-monja.
- -ø/-a: colegial-colegiala, león-leona.
Terminaciones especiales para el
femenino:
- -esa: conde-condesa, príncipe-princesa.
- -isa: sacerdote-sacerdotisa, profeta-profetisa.
- -ina: gallo-gallina, rey-reina.
- -triz: actor-actriz, emperador-emperatriz.
Palabras distintas o heterónimos:
papá-mamá, hombre-mujer, caballo-yegua.
Sin embargo, a veces la
oposición -o/-a no indica género, sino que:
- Diferencia significados: cochero-cochera,
gramático-gramática.
- Distingue el tamaño o la forma: cuchillo-cuchilla,
anillo-anilla, río-ría.
- Establece una diferencia entre el árbol y su
fruto: manzano-manzana, ciruelo-ciruela.
Casos especiales
Un sustantivo puede terminar
en -o y no ser masculino: mano, foto, moto,
o terminar en -a y no ser femenino: patriarca, papa.
Existen sustantivos que son masculinos
o femeninos por etimología, dependiendo de su origen, o por tradición. Así, son
masculinos los nombres de los días de la semana, los meses, los colores, los
ríos, los lagos, los mares y los océanos, y son femeninos los de las letras,
las ciencias o las islas: el martes, el Atlántico; las
matemáticas, las Caimán. Estos son otros ejemplos: sabor, aceite,
purgante, frutal; pandilla, tribu, amabilidad,
timidez.
Algunos sustantivos tienen la
misma forma para los dos géneros, por lo que tenemos que diferenciarlos:
- Añadiendo el artículo el o la:
astronauta, mártir, conserje.
- Empleando, junto al sustantivo, la palabra macho,
para el masculino, o hembra, para el femenino, en los nombres
epicenos (nombres que, con un solo género gramatical, designan seres de
ambos sexos): jilguero, pulga.
Se dice que un nombre
es ambiguo cuando se emplea como masculino o como femenino, y, por lo tanto,
podemos elegir entre ambas formas: el mar-la mar, el interrogante-la
interrogante, el calor-la calor.
Existen sustantivos cuyo
significado es diferente dependiendo del artículo que lleven delante: el
cólera-la cólera.
Por último, hay que hacer
referencia a los nombres colectivos, que son aquellos que, en singular, se
refieren a un grupo de cosas, animales o personas: el rebaño, la
arboleda, el populacho.
EL NÚMERO DEL NOMBRE
El sustantivo presenta dos
números: el singular y el plural.
Utilizamos el singular para
referimos a un solo ser o cosa: cachorro, tortuga, tortilla,
y el plural, para nombrar a varios: delfines, libros, zapatos.
Los nombres o sustantivos
que van precedidos por los artículos el o la son singulares; los
que llevan delante los o las son plurales.
Para indicar el número
plural de un nombre:
- Añadimos una -s si el
singular termina en vocal: lapicero-lapiceros, sofá-sofás, carne-carnes,
capó-capós, menú-menús.
- Añadimos la terminación -es si el
singular termina en consonante: pañal-pañales, balcón-balcones.
Pero hay algunas excepciones:
- Los sustantivos que en singular
terminan en -í o -ú hacen el plural añadiendo -es: jabalí-jabalíes,
rubí-rubíes, bantú-bantúes.
- Los sustantivos terminados en -s o -x
en singular, si su acentuación es llana o esdrújula, no cambian de forma
en el plural: el martes-los martes, la crisis-las crisis, el
dúplex-los dúplex.
- Cuando un sustantivo termina en -y, hace
su plural añadiendo -es: ley-leyes, rey-reyes,
excepto jersey-jerséis.
Además, hay nombres que
solo se utilizan en singular: tez, cenit; o solo en plural: albricias,
alicates. Otros se usan indistintamente en singular o plural para
referirse a un solo objeto: tijera-tijeras, pantalón-pantalones.
En ocasiones, la -s diferencia
significados: el celo-los celos, la víspera-las vísperas.
MORFEMAS OPTATIVOS DEL NOMBRE
Algunos sustantivos pueden
llevar distintos afijos que modifican su significado; si aparecen delante del
lexema se denominan prefijos: superabuelo, desconfianza,
y sufijos, si van detrás: librero, asturiano,
niñez.
LA FUNCIÓN DEL NOMBRE
El nombre es el núcleo
del sintagma nominal porque es la palabra más importante de éste. Puede ir
acompañado de:
- un determinante: la luna, tu
cartera, algún caramelo;
- un adjetivo calificativo antepuesto o pospuesto: hermoso
día, comida salada;
- otro sustantivo: mi amiga María, el
hombre lobo;
- un sintagma nominal o preposicional: Barcelona,
la Ciudad Condal; bolso de mano;
- una proposición adjetiva: los patines que me
he comprado son pequeños.
El nombre puede realizar
cualquier función sintáctica: sujeto, complemento directo, complemento
indirecto, atributo, aposición, complemento agente, etc.
LA SIGNIFICACIÓN DEL NOMBRE
El sustantivo sirve para
nombrar a seres, ideas o cosas que existen en la realidad o en nuestra
imaginación: mariposa, hada,
belleza, Dios.
CLASES DE NOMBRES
Según su significado, el
sustantivo puede ser:
Común. Nombra seres u objetos de la misma
clase o con iguales características: lapicero, botón.
Propio. Indica la individualidad de un ser o
una cosa frente a los de su misma especie: Encarna, Guadalquivir.
Cuando se refiere a una persona, se llama antropónimo; si se refiere a
un lugar geográfico, se denomina topónimo.
Concreto. Designa a aquellos seres o realidades
con existencia real o imaginaria: oveja, bruja, robot.
Abstracto. Designa una cualidad, un
concepto o un estado que no podemos percibir por los sentidos si no es asociado
a personas, animales o cosas: blancura, virtud, libertad.
Individual. Indica un solo ser: pájaro,
cerdo, huevo.
Colectivo. Designa a un conjunto de
animales o cosas de la misma especie: bandada, piara, docena.
Contable. Nombra seres o cosas que podemos contar: coche,
televisión, cartera.
No contable. Nombra realidades que no se
pueden contar: aceite, vino, arena.