Situado en un complejo comercial de lujo, este edificio se inspira en la fluidez acuosa que, metafóricamente, determinó el plan maestro del que forma parte. La expresión de esta fluidez se ha hecho depender no sólo de la piel alabeada que cubre el edificio, sino, sobre todo, del motivo decorativo que dibuja esa piel generando efectos visuales dinámicos.
Este motivo consiste en una pieza de curvatura esférica hecha de acero inoxidable muy pulido, que se fija sobre un fondo construido con planchas de aluminio mate para generar, simplemente por los acabados de los materiales, una sensación de contraste luminoso. Los 42.333 casquetes esféricos que revisten la envolvente son fruto de una rigurosa seriación, que parte de una semiesfera de 60 centímetros de diámetro cortada a diferentes alturas para dar pie a 9 módulos distintos.
El efecto de dinamismo se acentúa por las variaciones de la posición relativa entre los casquetes esféricos, y entre estos y el fondo de aluminio.