Panorámica parcial de Huétor Vega
Con una solución “compleja y arriesgada”, en palabras del alcalde Mariano Molina, el nuevo Equipo de Gobierno de Huétor Vega ha evitado un disgusto mayúsculo a los contribuyentes del municipio que este año iban a tener que hacer frente a un incremento de casi el doble del importe en su recibo del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles). Tras intensas negociaciones con la Junta de Andalucía, Diputación y la agencia encargada del cobro de los impuestos a nivel provincial (APAT), el alcalde hueteño y su concejal de Hacienda, Mariano Girela, lograron hallar una vía que ha permitido bajar el tipo impositivo del IBI del 1’1% hasta el 0’72%, con efecto retroactivo a 1 de enero de 2011, lo que evitará el duro golpe que hubieran recibido los vecinos de Huétor Vega en sus bolsillos.Para comprender bien la situación es necesario remontarse a finales del año 2009, cuando el anterior gobierno tripartito aprobó, para el ejercicio siguiente, una subida del tipo impositivo del IBI desde el 0,66% hasta el máximo legal del 1’1%, pero aplicando a la vez una subvención a quienes se encontraran empadronados en Huétor Vega, para que solo afectara la subida a los no empadronados. A pesar del revuelo y malestar que esta medida originó en buena parte de los contribuyentes, y de los recursos que la Junta de Andalucía presentó para que se retirara, el anterior gobierno mantuvo su vigencia para este año 2011.
A las pocas semanas de la victoria del Partido Popular en las elecciones municipales, el nuevo alcalde, Mariano Molina, se encontró con la desagradable noticia de que un tribunal había decretado la suspensión cautelar de la aplicación de la subvención que compensaba la subida del IBI a los empadronados en el municipio, lo que significaba que todos los contribuyentes estaban condenados a pagar este año casi el doble en el recibo de este impuesto.
Afortunadamete, tras numerosas reuniones con todas las partes implicadas, el gobierno municipal encontró el resquicio para poder modificar con efecto retroactivo el tipo de gravamen, situándolo en el 0,72%, lo que evitará una subida del impuesto de un 70% con respecto a lo que se pagaría de haberse quedado en el 1,1% que aprobó el gobierno anterior. Esta modificación se aprobó en un pleno extraordinario el pasado mes de agosto con los votos a favor del PP y la abstención del PSOE e Izquierda Unida.
Según el nuevo alcalde, ha sido imposible bajarlo más por una cuestión de equilibrio presupuestario, debido a que el estado de ejecución de las cuentas de este ejercicio se encuentra ya muy avanzado.