Revista Opinión
‘’Sin embargo, el PP no parece dispuesto a garantizar esa lealtad institucional a los que llegan. Su líder se despide de la dirección del partido criticando que el nuevo Gobierno no ha pasado por las urnas. Quizá les sorprenda saber que casi la mitad de los Gobiernos que cayeron entre 1945 y 1998 en once democracias parlamentarias lo hicieron por razones distintas a las elecciones’’. Volver a las andadas. Sandra León. 6-06-2018
Pedro Sánchez, y su equipo, podrían llegar a salvar al PSOE de la debacle a la que parecía estar caminando. Mucha gente cree que un gobierno con mayoría conquistada en las urnas tendría mayores facilidades y posibilidades para realizar la tanda de reformas que España necesita para afrontar el Siglo XXI. Evidente, pero en política las cosas no vienen rodadas, nunca es posible hacer lo que uno quiere, porque enfrente siempre hay otros que desean otras cosas. El poder no existe, en singular, existen los poderes, plural, múltiples y diversos. Y lo que a uno le gustaría, en la mayoría de ocasiones, no es posible. La sentencia de la Gürtell fue un gran mazazo para el PP, son altas condenas, y que además los jueces escribieran en la sentencia no creer en las manifestaciones del Presidente Rajoy en sus declaraciones ante ese Tribunal, era bastante grave. En todo caso es la primera de varias sentencias que se esperan irán saliendo en breve. Muchas personas creían que sería imposible, entendían que la calidad democrática de España era tan pobre que el Poder Judicial no se atrevería a enfrentarse al PP, porque, decían, era lo mismo. La realidad ha demostrado que aunque existen influencias, no son lo mismo, los diversos poderes, siempre en plural, tienen grados de autonomía e intereses no siempre coincidentes. Es demasiado simple creer que aquí y ahora las cosas son como durante el franquismo. Ahora, unas veces defenestrarán a Garzón y otras a multitud de cargos del PP, porque la correlación de fuerzas en cada momento puede variar y porque las instituciones son mucho más que dos o tres personas. Resultaba un poco absurdo, pensar que a la hija de un Rey la sentaran en el banquillo y al resto de corruptos y sobornados, -faltan los sobornantes-, los dejaran pasar de rositas, y ello independientemente de las penas que recaigan en unos u otras. Hace una semana, si se hubieran convocado elecciones, el vendaval Ciudadanos amenazaba con arrasar con mayoría absoluta. Parecía cantado, según multitud de analistas, que el PP caería tipo UCD, parecía que Podemos no levantaba cabeza y seguiría cayendo. Y parecía que el PSOE seguiría diluyéndose lentamente. Nadie quería elecciones, salvo Ciudadanos. En esas, el momento de la sentencia podía abrir una ventana, eso es política, estar atento, mirar cerca y lejos, estudiar las diversas fuerzas, las propias y las ajenas, estudiar las posibilidades de movimientos de los otros y las propias. Vislumbraron desde la esquina de Sánchez una moción de censura podría remover todo el tablero, romper la estrategia de C’s, aturdir al PP llevándolo a la silla de pensar y sobre todo, lograr una ración de abundante oxígeno para PSOE que frenara su declive, para consolidarse, para unir fuerzas y esfuerzos y si la cosa funcionaba, en pocos meses podría estar en condiciones de liderar nuevamente las encuestas. A pesar de los graves problemas existentes, aunque no se arreglen, al menos podría verse algún movimiento que evitara pudrirse la situación, por ejemplo la secesión de Cataluña. La moción de censura abrió la oportunidad de cambios en esta España adormilada sin pulso para sobreponerse a los gravísimos problemas que nos golpean. Y parece que los únicos que lo vieron, de forma rápida y precisa, fue la gente del equipo de Pedro Sánchez, que no duden, está pegando un golpe sobre la mesa. El nuevo gobierno que está formando, fuerte, europeista, serio y sin concesiones externas, parece ser unbuen asidero para andar nuevos caminos en unos meses y preparar elecciones para los socialistas en mucha mejor situación que ahora. Y más, porque no duden que se irán sumando adversarios y mirones cercanos, la militancia y un conjunto de apoyos despertarán.