Ya lo decía mi madre, antes se coge a un mentiroso que a un cojo. Y así ha pasado con el nuevo líder del PP en Andalucía: Juan Manuel Moreno Bonilla.
Y es que no parece muy bonito empezar así. Apenas se le ha nombrado –por cierto, en contra de la Cospe— se ha descubierto el pastel. Este personaje era secretario de Estado de Sanidad y había engordado su currículo con títulos que no tiene y tan pancho, ahora dice que él no sabía nada que se ha debido a un error de los técnicos del Ministerio.
Hay que tener cara dura. Es un jeta de mucho cuidado. Un tipo que te engaña en esto, ¿hasta dónde puede llegar? Y no lo digo porque su currículo sea o no suficiente para el cargo, que eso no me interesa. Yo entiendo que está colocado por su partido y que si le presenta será porque tiene puesta en él su confianza. Además creo más en muchos autodidactas que en los que presumen de titulitis –los ministros de Franco tenían todos más de una carrera y eran siempre números uno-- pero lo que no estoy dispuesto a entender es que el tipejo nos mienta desde el principio.
Pues sí, lo primero que se pide cuando se llega a un puesto es el currículo, y miren por donde el de este individuo está trucado. En vez de tres masters tiene uno y además hay otras singularidades de difícil comprensión.
Y les echa la culpa a los técnicos del Ministerio, lo que ya es el colmo. Sobre todo cuando va uno a la web del congreso de los diputados, al que pertenece el interfecto desde el año 2000, y se ve cómo en las tres legislaturas en que estuvo de diputado tiene currículos distintos, unas veces con más y otras veces con menos títulos académicos. Y que yo sepa un título no aparece o desaparece si es que se tiene. Así es que suena todo a filfa y a completa farsa.
O sea que sus currículos nos dan idea de cómo es el individuo. Para empezar mentiroso. Y luego veremos. Ya sólo este suceso le hubiera hecho dimitir en otro país, recordemos el caso el ministro portugués Miguel Relvas por cuestiones de currículo o del ministro alemán: Karl Theodor zu Guttenberg y la vicepresidenta del parlamento europeo la alemana Silvana Koch-Mehrin, por plagiar sus tesis. Imagínense si plagiar las tesis lleva a la dimisión, a qué debe llevar inventarse títulos.
En fin, ya sabemos con quién nos topamos. Un tipejo capaz de mentir con tal de aparentar ser más importante. Alguien así no entiende nada. Porque, ¿quién se puede fiar de las promesas de una persona que falsea su currículo? ¿qué se puede esperar de alguien que pretende ser más de lo que es sin serlo? ¿no debería ser la transparencia y la sinceridad lo primero en un político?
Mal asunto. Esperemos que los andaluces empiecen a tomar nota de con quién se juegan los cuartos. Eso sí, hace honor a su partido, donde parece que faltar a la verdad y falsear la realidad es un deporte al que todos los peperos juegan y algunos hasta obtienen medalla olímpica.
Salud y República