Tras el sorprendente anuncio del Papa Benedicto XVI de su renuncia el próximo 28 de febrero
, puede que esté cerca el momento de que la Iglesia católica elija a su primer pontífice no europeo, y podría ser un latinoamericano.
La región representa al 42% de la población católica de todo el mundo, de unos 1.200 millones de fieles, por lo que es el mayor bloque dentro de la Iglesia, comparado con un 25% en Europa.
Tras Juan Pablo II, que era polaco, y Benedicto XVI, nacido en Alemania, el puesto, en el pasado reservado a los italianos, ahora está abierto a todos.
El origen dependerá del perfil que consideren mejor los cardenales encargados de la decisión en el próximo cónclave.
Dos responsables del Vaticano recientemente dieron indicios sorprendentemente claros sobre los posibles sucesores. El resultado de sus declaraciones es que el próximo papa podría ser un latinoamericano
“Conozco muchos obispos y cardenales de América Latina que podrían asumir la responsabilidad de la Iglesia universal”, dijo el arzobispo Gerhard Mueller, quien ahora ostenta la anterior posición del papa como jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
“La Iglesia universal enseña que el cristianismo no se centra en Europa”, declaró el arzobispo alemán al diario Rheinische Post de Dusseldorf justo antes de Navidad.
El cardenal suizo Kurt Koch, al frente del departamento vaticano de la unidad cristiana, dijo al diario Tagesanzeiger en Zurich en aquel momento que el futuro de la Iglesia no está en Europa.
“Sería bueno si hubiera candidatos de Africa o Sudamérica en el próximo cónclave”, dijo, en referencia a la elección a puerta cerrada en la Capilla Sixtina del Vaticano.
Cuando se le preguntó si votaría por un no europeo en lugar de un candidato europeo si tenían la misma preparación, respondió: “Sí”.
Si el próximo cónclave realmente le diera el turno a Latinoamérica, los principales candidatos de la región parecen ser Odilo Scherer, arzobispo de la enorme diócesis de Sao Paulo, o el ítaloargentino Leonardo Sandri, que ahora dirige el departamento vaticano de las Iglesias Orientales.
Peter Turkson de Ghana, ahora responsable del departamento de justicia y paz del Vaticano, suele ser mencionado como el principal candidato africano.
Alrededor de la mitad de los cardenales que pueden votar son de Europa, incluso a pesar de que solo una cuarta parte de los católicos de todo el mundo viven allí. Si el cónclave se inclina por el Viejo Continente, los observadores del Vaticano dicen que Angelo Scola de Milán es el favorito.
El cardenal Christoph Schoenborn de Viena, quien fuera un alumno y aliado cercano de Benedicto XVI, también es considerado un candidato fuerte.
LA LISTA DECANDIDATOS
Si bien no existen candidatos oficiales, a continuación sigue la lista de “papabili”, los papables o potenciales pontífices, que son los que se mencionaron con más frecuencia recientemente.
Gianfranco Ravasi (Italia, 70 años) ha sido ministro de Cultura del Vaticano desde 2007 y representa a la Iglesia en los mundos de las artes, la ciencia, la cultura e incluso ante los ateos. Este perfil podría perjudicarle si los cardenales deciden que requieren a un pastor experimentado más que otro profesor como Papa.
Timothy Dolan, (EEUU, 62 años) se convirtió en la voz del catolicismo estadounidense tras ser nombrado arzobispo de Nueva York en 2009. Su humor y su dinamismo han impresionado al Vaticano, donde suelen faltar esas características. Pero los cardenales son cautos ante un “Papa de una superpotencia” y su estilo efusivo podría ser demasiado estadounidense para algunos.
Joao Braz de Aviz (Brasil, 65 años) llevó un aire fresco al departamento vaticano de congregaciones religiosas cuando asumió en 2011. Apoya la preferencia por los pobres en la teología para la liberación latinoamericana, pero no los excesos de sus impulsores. Su perfil bajo podría jugarle en contra.
ngelo Scola (Italia, 71 años) es un arzobispo de Milán, una plataforma para el papado, y es la principal apuesta de muchos italianos. Experto en bioética, también conoce el islam como responsable de una fundación para promover el entendimiento entre cristianos y musulmanes. Su densa oratoria podría alejar a los cardenales que busquen un comunicador
Peter Turkson (Ghana, 64 años) es el principal candidato africano. Jefe de la oficina de justicia y paz del Vaticano, es el portavoz de la conciencia social de la Iglesia y respalda la reforma financiera mundial. Mostró un video criticando a los musulmanes en un reciente sínodo vaticano, generando dudas sobre qué piensa del Islam.
Luis Tagle (Filipinas, 55 años) tiene un carisma que se suele comparar con el del fallecido Juan Pablo II. También es un colaborador estrecho de Benedicto XVI tras trabajar con él en la Comisión Teológica Internacional. Si bien tiene muchos partidarios, se convirtió en cardenal en 2012 y los cónclaves son cautos frente a los candidatos jóvenes.
Christoph Schoenborn (Austria, 67 años) es un ex estudiante de Benedicto XVI con un acercamiento pastoral que el pontífice no tiene. El arzobispo de Viena figura como papable desde que editó el catecismo de la Iglesia en la década de 1990. Pero algunas posturas cautelosas en materia de reformas y el fuerte disenso de parte de algunos clérigos austríacos no lo favorecen.
Lluís Martínez Sistach, el cardenal arzobispo de Barcelona, formará parte del ‘cónclave’ de los 118 cardenales que elegirán un nuevo Papa para la Iglesia Católica en marzo y que podrán ser también elegidos.
Leonardo Sandri (Argentina, 69 años) es una figura “transatlántica”, nacido en Buenos Aires de padres italianos. Tuvo el tercer puesto en importancia en el Vaticano como su jefe de gabinete entre 2000 y 2007. Pero carece de experiencia pastoral y su labor supervisando a las iglesias orientales no es una posición de poder en Roma.