Revista Europa

El nuevo Pinocho, Christine Nöstlinger

Por Oviversai

Terrible lectura. Todos los personajes son a cada cual más insoportable.
Gracias al mundo Disney tenía una visión más azucarada del asunto. Sin embargo, esta versión de Christine Nöstlinger del clásico de Pinocho ha sido una lectura harto incómoda, molesta e irritante.


Gepetto, un viejo desagradable que no sabe hacerse cargo de su hijo. Y, después de todos los problemas que le da Pinocho, acaba siendo él quien se los da al muñeco de madera con una actitud inmadura y catastrofista.


El Hada Turquesa tiene poderes para lo que le viene en gana. Y es una egoísta al poner a todo el mundo bajo sus órdenes para ir en busca de Pinocho. Que lo busque ella, que es la única que lo quiere y, precisamente, no como amigo. Hay alguna que otra escena que, incluso, me parece que tiene cierto toque sexualizado. En un libro infantil… Ejem, ejem…


El Gato y el Zorro muestran lo más bajo en cuanto a honor, lealtad, fidelidad, moral… No entiendo por qué a Pinocho se le muestra defensor de una amistad tan mezquina. Porque, a pesar de ser consciente de que Gato y Zorro lo traicionan, él sigue ahí con ellos.


Pinocho es el que menos se salva. Avaricioso, así tiene los problemas que tiene con Gato y Zorro. Lo de presentar a un niño (de madera) como avaro me parece muy fuerte.
Es un desobediente redomado. No hace caso de nadie. Tanto que quiere a su padre y al hada y no hace más que preocuparlos, pasar de ellos y vacilarlos una y otra vez con toda la desfachatez del mundo.
Es un incrédulo que no tiene más que pájaros en la cabeza. El pasaje del mundo de los juguetes… Uf… Es tal despropósito de la zanganería, la juerga y la pereza, que mostrar ese ambiente tan desmesurado…, no sé cómo lo puede interpretar un lector infantil para saber que no ha de seguir los caminos fáciles sin responsabilidades ni deberes.


El Grillo es como una piedra clavándose en un zapato… Para desalentar a Pinocho de sus malas decisiones se expresa como un libro cerrado. Con razón el otro no le hace ningún caso. Que es lo mismo que le pasa al Burro. Que si le habla en esperanto o sefardí al títere igual es más claro en su discurso…


La Babosa, el Atún y el Perro son los personajes que más me gustaron. Mostraron los tres actitudes muy nobles, maduras y respetuosas, además de explicar abiertamente lo que querían hacer o decir.


El nuevo Pinocho tiene alguna que otra licencia literaria, aunque básicamente es la historia del títere de madera tal cual; con el pero de que los personajes son altamente irritantes hacia sus pobres lectores.

Obviamente, me queda pendiente leer al Pinocho original. A ver si le aplico un pequeño indulto, porque a este le tengo puesta la cruz.


Finalmente, he de apuntar que las ilustraciones de Nikolaus Heidelbach están muy logradas.

El nuevo Pinocho, Christine Nöstlinger

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