El Numancia fue la revelación de la Copa del Rey de 1996. Soria vibró con sus héroes durante el torneo copero de ese año, creando un auténtico fenómeno social en España. La historia fue tan inverosímil por aquella época que podría ser digna de un guión de películas de hazañas deportivas.
Y es que a veces, el cine nos regala historias y películas sobre grandes gestas deportivas, que consiguen que al espectador se le ponga la carne de gallina. De golpe, se me ocurre así a primera vista una gran película sobre baloncesto de 1986, llamada “ Hossiers más que ídolos“.
Una historia digna de película
La película, protagonizada por Gene Hackman y Dennis Hooper, trataba sobre un equipo de una minúscula escuela de un pequeño pueblo, que a mitad de la década de los 50’s conseguía ganar con siete chavales el torneo del condado, derrotando a escuelas que triplicaban el numero de alumnos, habitantes y recursos.
Dicho símil podríamos aplicarlo al Numancia de la temporada 1995/96, un equipo que por aquel entonces carecía de recursos y que a partir de aquel hecho creció y llegó a jugar en Primera División para luego consolidarse en el fútbol profesional español. Aquel año 1996 fueron “Los héroes de la Copa” y marcaron un precedente que luego otros equipos seguirían.
¿Cómo modesto Numancia llegó tan lejos en la Copa del Rey de 1996?
Pero en 1995 el Numancia no era el club que es ahora y pasaba por la Segunda B peleando en campos muy modestos, incluso su estadio, los Viejos Pajaritos era un estadio antiguo con una sola grada. La andanza copera de aquel modestísimo, pero lleno de corazón equipo soriano comenzó en una eliminatoria contra un rival de su nivel, el San Sebastián de los Reyes.
Nuestros protagonistas superaron la eliminatoria con muchísimo esfuerzo, al limite, haciendo valer el valor doble de los goles fuera de casa, pues la eliminatoria quedo empatada. Comenzaba así un camino épico. Comenzaba así el camino a la gesta del Numancia en la Copa del Rey de 1996.
En la siguiente ronda el bombo dejaba el primer gran obstáculo en el camino. Llegaba por fin un Primera División, nada mas y nada menos que la Real Sociedad, que contaba con jugadores en sus filas como Gica Craioveanu y Valery Karpin. En el primer partido en su modesto estadio, el Numancia dio la campanada tumbando por dos goles a cero a su rival de Primera.
Había saltado la sorpresa. Pero para nada iba a ser un camino de rosas. A los treinta minutos del partido de vuelta celebrado en Anoeta, la Real ya había igualado la eliminatoria. El equipo soriano iba a hacer gala a la leyenda de la muralla numantina y consiguió aguantar el resto del partido con el mismo resultado.
El partido se iba a ir a la tanda de penaltis , donde iba hacer falta la friolera de veinte lanzamientos para decidir la eliminatoria. El Numancia pasó de ronda, no iba a ser ni la única ni la última machada. Nadie apostaba por que la aventura de este grupo de jugadores semi-profesionales iba a durar mucho más. El siguiente rival, otro Primera, el Racing de Santander. Los cántabros no consiguieron ganar en los “Viejos Pajaritos” y fueron sorprendidos por un equipo lleno de corazón y ganas.
En la vuelta, los sorianos ganaron por cero goles a uno. El autor del gol que iba a pasar a la historia del club fue Barbarín. Ese día el Numancia colocaba Soria en el mapa, comenzaban a hacer historia. Para rizar el rizo, en octavos de final llegaba otro primera ,el Sporting de Gijón. Todo hacia presagiar que el Numancia ya no iba a pasar esta ronda, que no podía tumbar a otro equipo de Primera. La historia quedó nada más lejos de la realidad.
El Sporting cayó derrotado en Soria por dos goles a uno. La vuelta en el Molinón fue otra lección de estoicismo y de defensa. Los sorianos aguantaron el cero a cero y consiguieron tumbar a su tercer equipo de Primera. El Numancia era una leyenda, un grupo de hombres donde en ese momento todos no vivían del fútbol y que eran capaces de eliminar a tres equipos profesionales del máximo nivel.
El premio gordo del Numancia en la Copa del Rey de 1996 iba a llegar en cuartos
Los cuartos de final iban a traer el premio gordo. Nuestros irreductibles protagonistas se iban a enfrentar al todopoderoso FC Barcelona de Johan Cruyff que aunque ya no era el mítico Dream Team, seguía siendo todo un Barcelona. La lógica apuntaba a que el equipo de Cruyff se iba a pasear ante estos modestos chavales, la mayoría de los cuales, no había pisado nunca un estadio como el Camp Nou.
Soria se volcó, en los “Viejos Pajaritos”. Ante la falta de graderíos, se tuvieron que instalar gradas supletorias que por supuesto se llenaron. Llegó el día del partido y el todopoderoso Barcelona hincó la rodilla ante unos guerreros que demostraron como la ya citada película del inicio, que el corazón, la garra y el empuje a veces pueden más que el dinero.
El partido acabó con empate a dos goles. Había saltado la sorpresa, el Numancia había resistido el envite ante el todopoderoso Barcelona. La vuelta iba a ser en el Camp Nou un recinto donde caben más espectadores que habitantes tiene Soria. Nadie quiso perderse esta cita historia. Una importante marea de aficionados sorianos llegaron a Barcelona. Tal fue la magnitud del evento que el programa “El Día Después” de Canal Plus emitió un reportaje especial donde nos mostraba el viaje del equipo soriano y la aventura.
Tal era la modestia de aquel pequeño gran equipo que ni siquiera llevaban rotulados los nombres en sus camisetas, por lo que se las rotularon ellos mismos con un rotulador. A raíz de ese reportaje por cierto, uno de sus jugadores, Raul Ruiz acabó siendo contratado por una plataforma televisiva, convirtiéndose en un personaje popular y en comentarista de partidos. Aquel equipo estaba dirigido por un entrenador que a raíz de esta hazaña se iba a hacer famoso y posteriormente consolidar en la élite, Miguel Ángel Lotina.
La cuestión y volviendo al partido es que el Numancia se adelantó con gol otra vez de Barbarín. Saltaba la sorpresa, todo el mundo estaba atónito ante su televisor aquella noche de 1996. Al final el partido acabó siendo ganado por el Barcelona por tres goles a uno, cerrando una bonita gesta que hoy hemos querido recordar.
El club quizás consecuencia de esto creció mucho, inauguró un nuevo y moderno estadio, jugó varios años en Primera incluso tumbando en Soria al todopoderoso Barça de Guardiola en el debut de Pep en 2009 como técnico culé, y se consolidó en Segunda y en el fútbol profesional. Pero ese día de 1996, debido a lo insólito y heroico del gesto, todos fuimos del Numancia.
En este vídeo podemos ver el partido de vuelta disputado en el Camp Nou.