Parece que los que tienen que gobernar, administrar, proteger a los ciudadanos, sin olvidar a los que deben velar por la educación de los jóvenes están seriamente atemorizados, no se creen capacitados y desconocen cuáles son sus responsabilidades o sencillamente son tan ineptos, que permanezcen más atentos a sus ambiciones personales que a corregir sus propios defectos como mandatarios. Así de claro.
En cuanto al "proces" interrumpido de independencia de Catalunya, todo parece indicar que va para rato, y no con R mayúscula y de exministro, que ese es otro caso de economía sumergida y de gran envergadura. Ahora quieren investir de President al huído Puigdemont con la distancia que marca un contagio de enfermedad agravada y desconocida, tratada con un ibuprofeno más de mentira que de efecto placebo, mientras que el perseguido por la Justicia se debe de partir de risa cada vez que vuelan los pretorianos de su cuerda para contarle que nada sigue si él, el único, el elegido, que no volvera si no recibe plenas garantías que le evite ir de patitas a una celda de superficie y comodidades reducidas en un largo corredor de fondo que no tiene acceso a ningún paísaje, pasándole la cuenta la Hacienda española de sus cotosos gastos de representación "institucional", entre otros manjares dispuestos y degustados en nuestra Bélgica querida. Pero mientras tanto, a vivir a cuerpo de "virrey castrado" en el exilio, aunque ahora los convergentes digan ser mucho más republicanos, enarbolando sus bufandas y lazos amarillos.
Y lo lamentable es que no se hayan percatado éstos que se escudan entre banderas y convencen a jovencitos en edad de pasar más tiempo en la escuela, fumándose un porro bajo la "estelada", o en las máquinas tragaperras que no están muy alejadas del frente a un Parlamento vacío, en el que al parece funciona todo mejor sin los políticos de tanto poder reivindicativo, demostrándose los tecnocrátas de la administración catalana, que siguen haciendo fielmente su trabajo sin presiones y como casi nada, sin ver otro horizonte que el cumplir con su normal horario, dedicación y una conciencia de que el terrible error de la separación se ha convertido en un sonoro fracaso que incluso a ellos les podía haber costado muy caro. Y es qué señores, a lo mejor debería tomarse buena nota para ir "descabezando" a más títeres de fácil opinión y otros intermediarios, además de otros consortes-asesores de escasa vocación y decisión ejecutiva cuestionada por lo mucho que le han metido mano a una caja que sufragase intereses bastardos, que ha sido vilmente expoliada reduciendo partidas presupuestarias sociales necesarias, además del mucho sueldo inmerecido por seguir dando la lata de los que podrían ser tildados como caciques serviles de una propaganda inadecuada, a los que les han faltado "calçots" en esta satírica ceremonia de la confusión, para aguantar lo que todavía se les puede venir encima en honor a cumplir con la Justicia. Y en el otro extremo del territorio, en la aulas se degradan los niños, se violan entre ellos con una combustión de sexo espontánea, en la que se queman los básicos principios de la convivencia educacional y social, dejando para los psicólogos a un chaval de 9 años forzado supuestamente por otros tres de 11, 13 y 14 menores también. Y los maestros no se enterán o no quieren entrar en problemas con los progenitores, que cada vez que ocurre algo parecido, a hostias les "entrean" para correr y seguir recibiendo " golpes a destajo con la fuerza de meter goles " en los estadios deportivos, los aparcamientos y en los solitarios patios de las escuelas, los mismos en donde se han perpetrado lo más insólito, que no deja de ser sorpresa cuando te enteras que en la misma semana aparece la noticia de una niña de 11 años que ha sido "preñada" por su hermano de 14. En otro orden, ya en la tan cacareada etapa de recuperación salarial, algunos ministros tienen la desfachatez de sugerir a los "currantes" de 900 € que ahorren "200 €" para el mañana como complemento de sus limitadas pensiones, cuando 500 € todavía hoy les faltan para pagar comida, electricidad, agua, teléfono, comunidad y la mínima y negociada hipoteca que les durará toda la vida, o en su defecto el alquiler de la vivienda, si han sido más inteligentes en no caer en el pozo sin fondo que es tener una propiedad con más cargas que el Ibi, el seguro y las derramas, importes a los que cuesta llegar a final de un largo mes si no ha habido algún gasto extra. En los cuarteles militares algunos hacen que huela a podrido, aprovechándose de las mujeres que han optado por ingresar en filas, que suelen vestir otro traje que no es de faena y que nada tiene que ver con un delantal de cocina o un descolorido chandal de deporte, sin olvidar el profesional de mimetizado camuflaje, llegando a utilizar, como cualquier paisano/a blusa, pantalón o minifalda, no pudiendo impedir que determinados "animales" miserablemente las droguen para violarlas en serie, mientras se hace tocar el cornetín de campaña que no se oye en la retaguardia de la decencia castrense, que bien merecería poner un sabueso rabioso de vigilante, en vez de un cabo chusquero y sospechoso, como único responsable de una desapercibida imaginaria. Y siguen matando personas de forma violenta y grosera, y siguen descubriéndose casos de corrupción o tráfico de humanos y estupefacientes por los límites de nuestras débiles fronteras, a los que ya no presta atención la gente, mientras una buena parte las consume y otras niegan su adicción.Y siguen los programas de televisión mostrándonos un mundo de fantasía, de irrealidades carísimas en un escaparate que invita al acopio, promocionando el consumo de una telefonía móvil como único signo aparente de necesidad para enriquecer la vida comunicativa.
Y siguen derrochándose esfuerzos para meternos miedo en el cuerpo, haciendo que la ley mordaza sea un simple reflejo de una metadura de pata, cuando mientras tanto otros niños de 12, 13, 14, 15, 16 y 17 le quitan la vida a un ciudadano, violan con nocturnidad y alevosía a una vecina, y también que lo es, aunque parezca extraño, a un indigente y a un conocido corredor vasco de "maratones".
Y siguen los niños y las niñas ( niñatus) por acicalarse, embadurnarse los labios, mostrarse atractivo/as de "Instangran" y ponerse ciegos por mirarse demasiado en el espejo, y tener como objetivo merendarse a un guapo/a (guaputus) por la tarde, al salir de clase y no ir a otra de artes marciales o de piano. Y... que más da, mañana será otro día, gris, oscuro, claro, frío o soleado, para evocar al "dios" de la protección civíca y preguntarle que carajo está pasando en una sociedad que ya carece de fundamentos importantes para dar ocupación al pensamiento, a la sensibilidad del saber qué andar por caminos oscuros y estrechos conducen a la inestabilidad personal, con infortunios y sustos que nos pueden dejar tristes y boquiabiertos.Y para no caer en la fácil desidia chantajeada por nosotros mismos para arrinconar los problemas en el cuarto oscuro de la nada, y como meros componentes y espectadores del problema que hemos contribuido a forjar por seguir una línea ebría de conducta, nos hemos propuesto informar a diario cuando podamos de lo que sucede en el desastroso milagro de ser testigos perecederos de un mundo corriente, a través de un blog que tiembla menos cuando descubre que entre los que deberían responsabilizarse de los actos a prevenir en vez de curarlos con más defectos que virtudes, se observa que los artífices del gran mercadeo político han instalado confesionarios populares montados expresamente, para redimir pecados a medida, mientras con mensajes catastróficos nos atemorizan, no siempre y cuando precisamente tienen que utilizar el reclamo para que asistamos a un acto reinvincativo, grangeándose a la muchedumbre que les vitoree y "obligue" a decir que están siempre ahí, con todos.. y sin ninguno, para lograr que el mundo sea mejor mientras no se nos ocurra tener más imaginación que la justa, para seguir votando en las urnas cada vez que el patriarca elegido se le ocurra repetir la operación de investidura patria. Maldita sea la gracia cuando la historia se repite.
Y después de todo nos seguimos preguntando, ¿ quiénes mandan en este país para que funcione todo con un mínimo de normalidad y cordura, corrigiendo errores y volviendo a la urbanidad de una excesa cultura ?, si seguimos comprobando que han olvidado lo que representa el orgullo, la necesidad imperiosa de descartar a todos aquellos parásitos y estrechos de miras, o que no tengan el valor suficiente.. para poner a cada uno en su sitio, aunque sea con la revolución que ya reclama el intelecto de una mayoría silenciosa que vive sin ilusión y sin más recursos que la "desenfrenada" tolerancia que nos inculcan a diario, tras absorber la dosis de flúor que nos tranquiliza, que nos descansaaaaaaaaa.