Como
explico en mi anterior artículo, el buscador de empleo desarrolla unas
competencias profesionales, muy relevantes para el mundo laboral, pero el gran
problema contra el que luchamos es el tiempo. Pasan los días , meses, años y el
trabajo no llega, nuestra motivación se
va minando poco a poco.
Cuando
estamos desempleados sabemos que tenemos un tiempo finito para encontrar
empleo
Un tiempo material, dependiente de los
recursos económicos de los que disponemos, ahorros, prestaciones, apoyo
familiar. Y otro tiempo psicológico,
más difícil de calcular, es el tiempo que nos vamos a mantener activos,
luchando por conseguir un empleo. Es el tiempo durante el que vamos a correr la
maratón, hasta rendirnos. Es el tiempo que nos queda hasta la depresión...
Hay una
relación directa muy clara: "A menos tiempo material, menos tiempo
psicológico" Ya que la presión económica puede ser un factor muy
estresante que mine nuestra resistencia.
El
tiempo material es más o menos objetivo, pero el psicológico lo podemos
manipular, podemos hacernos más resistentes, más listos emocional, actitudinal
y conductualmente. Lo que propongo, son una serie de actitudes, valores,
tareas, que nos hagan resistir más tiempo en carrera. Incluso disfrutar de este
tiempo en el que no tenemos "un trabajo", al fin y al cabo nuestro
tiempo es este, no tenemos otro, también tenemos derecho y deber de ser felices.
La
primera estrategia es la planificación de los objetivos.
Generalmente todos los
orientadores laborales recomendamos dividir la búsqueda de empleo en pequeñas
sub-metas. Que sean cuantificables, y fáciles de cumplir. Por ejemplo: Realizar
un currículum, o presentarse en determinada empresa para solicitar empleo. Y
felicitarnos por haber realizado la tarea, experimentando así el éxito. Olvidándonos
del objetivo final, que es encontrar empleo. Un objetivo que se escapa a
nuestro control directo y por lo tanto muy frustrante si lo tomamos como criterio de evaluación, a
medida que pasa el tiempo.
La
estrategia de mini-objetivos es efectiva psicológicamente, hasta cierto punto,
ya que, en nuestra mente siempre planea la sombra del fracaso, y la duda de si
nuestras acciones son efectivas o no para la obtención del premio gordo.
Propongo combinarla con otra:
Nuestra
mente es gestáltica, es decir, comprendemos la realidad como un todo, como
figura, fondo y dirección. ¿Qué es ? ¿Dónde está? ¿Dónde va? ¿Quién soy? ¿Dónde estoy? ¿Hacia dónde voy? Cuando
tengamos claro esto, todo el resto de nuestras acciones, cobran sentido, y
vamos a hacer lo que tenemos que hacer, con una motivación infinita, y nuestro
"tiempo psicológico" se va a alargar indefinidamente. El objetivo ya no es encontrar empleo, el
objetivo; puede ser realizarse como profesional, como persona. Es una ficción necesaria, al menos
para mí.
Da
"igual" estar trabajando o en desempleo, nosotros seguimos caminando
hacia nuestra meta. Nada más y nada menos, que encontrar el sentido de la vida, al menos de momento.