Revista Deportes
SHOSHIN O WASUREZU
« Nunca olvide el espíritu y la humildad del principiante. »
KANAZAWA Hirokazu y OKAZAKI Teruyuki.
ISKF Master Camp 2007
El objetivo del Karate-do está lejos de ser la obtención de cinturones. Los grados son un mero reconocimiento de la veteranía y el nivel adquiridos por el practicante. El nivel de Cinturón Negro es perfectamente asequible tras tres o cuatro años de práctica regular, el verdadero camino del Karate-do es para toda la vida.
La creencia popular es que el Cinturón Negro es el máximo grado en Karate. Muchos practicantes incluso abandonan la práctica de inmediato tras la obtención del Cinturón Negro, al parecer viendo todos sus objetivos cumplidos. Se puede decir que estas personas saben de Karate lo mismo que aquellos que jamás se han puesto un karategi.
Al llegar al Cinturón Negro "ya no hay más colores", pero sí más grados. Y de hecho para alcanzar el nivel de cada grado a partir del Cinturón Negro se necesita un tiempo de práctica equivalente o superior al necesario para llegar al Cinturón Negro habiendo empezado desde cero. En realidad el Cinturón Negro es el grado más bajo, y a diferencia de lo que los profanos en la materia piensan, no representa que el que lo porta es un experto, sino que ha alcanzado un nivel de conocimientos mínimo sobre los fundamentos prácticos del Karate.
A partir del Cinturón Negro es cuando se puede empezar a aprender.
Tampoco se debe pretender comparar el nivel de varios practicantes en función del grado de cada uno. El Karate-do es un camino hacia uno mismo, hacia la propia superación, compararse con otros no sirve de nada.
Los grados sirven su propósito sobre todo en el nivel de principiante. Representan un reto, una motivación, un estímulo, y un reconocimiento del progreso alcanzado. Más allá de ese punto se podría decir que son totalmente innecesarios. Practicantes con años de experiencia a sus espaldas y adecuados objetivos no prestan atención a detalles insignificantes y relativos como son los grados.
Nadie que desea progresar en el Karate-do por el simple hecho de que le gusta debería necesitar otros estímulos para practicar.
Para ejemplificar la relativa importancia de los grados podemos reflexionar sobre varias cuestiones:
• Se dice que el Maestro Funakoshi nunca portó un grado superior al 5ºDan (el máximo grado en el Shotokan hasta 1964 .Lo más probable es que no poseyera grado alguno, y si lo tenía casi con total seguridad sería auto-otorgado. El hecho de que el propio Funakoshi tuviera o no algún grado es algo muy poco documentado, lo que nos puede dar una idea de la poca relevancia que esto tiene. Nadie se pregunta qué grado tenía el Maestro Funakoshi, o qué grado tenía Yoshitaka, es algo que no tiene ninguna importancia.
La Dai Nippon Butokukai concedió a Funakoshi el título de Renshi en 1938, y el de Kyoshi en 1943, y ya entonces sucedían cosas "curiosas" como que en el comité que le concedió estos grados estuviera KONISHI Yasuhiro que era en realidad alumno de Funakoshi.
• « En el pasado el nivel de uno se reconocía públicamente de acuerdo con la reputación y la influencia de su maestro o de su número de años de práctica. »
FUNAKOSHI Gichin
• HARADA Mitsusuke, que recibió el 5ºDan (el máximo grado en Shotokai [chph: p.234]) de manos del Maestro Funakoshi en 1956, no ha querido recibir nigún otro grado desde entonces. En el estándar Shotokan actual a un Maestro de su nivel y experiencia le correspondería el 9º ó 10º Dan. Prácticamente todos los Maestros Shotokan actuales ostentando grados superiores al 7ºDan deberían considerar al Maestro Harada su Senpai, ya que son más jóvenes y empezaron a practicar Karate como mínimo unos diez años después que él.
• Cuando el Maestro Kanazawa empezó a practicar Karate como estudiante de primer año en la Universidad de Takushoku en los años 50, el Maestro Okazaki (entonces estudiante de cuarto año) era su Senpai. Okazaki también era el Senpai en el Primer Curso de Instructores de la JKA en el que se graduó Kanazawa. Sin embargo, el Maestro Kanazawa ha sido 10ºDan desde el año 2001, y el Maestro Okazaki no lo ha sido hasta 2007.
• Los Grandes Maestros lo son por el nivel que han alcanzado tras toda una vida dedicada al Karate, no por ostentar altos grados que, no es demasiado exagerado decir, se han concedido ellos mismos a través de sus propias asociaciones. Se da mucha importancia a los grados, sin embargo, nadie se pregunta quién, ni bajo qué condiciones, concede los grados superiores al 6ºDan.
El cinturón en sí mismo no es nada, lo que importa es lo que representa (o debería representar). Cada grado debería ser símbolo de un determinado nivel de habilidad y conocimientos, aunque lamentablemente lo cierto es que no es así.
El grado de un practicante sólo tiene valor dentro de su grupo o asociación, y actualmente, sea lo alto que sea, no es garantía ni indicativo de nada. En todo caso nos podría dar una idea del número de años transcurridos desde que dicho practicante se inició en la práctica, pero nada más, y por consiguiente los grados no tienen ningún valor ni sentido.
Fuera de los niveles de principiante únicamente sirven para satisfacer el ego de los practicantes que no se sienten motivados a entrenar para aprender y mejorar (así que yo diría que poco les gusta el Karate), pero sí para conseguir un diploma que no sirve absolutamente para nada. ¿Puede existir un ejemplo de vanidad más contrario a los ideales y objetivos del Karate-do?
Los grados no valen ni significan absolutamente nada.
Se cuenta que uno de sus estudiantes le preguntó una vez al Maestro Funakoshi:
- "¿Cuál es la diferencia entre un hombre de Tao (Do) y un hombre pequeño?".
O Sensei respondió:
- "Eso es fácil...
Cuando un hombre pequeño recibe su Primer Dan, casi no puede esperar partir a casa y gritar a todo pulmón para contarle a todos que es Primer Dan. Cuando recibe su Segundo Dan, se subirá a los techos y le contará a la gente. Cuando recibe su Tercer Dan, saltará dentro de su automóvil y dará vueltas al pueblo tocando la bocina y contándole a todos sobre su Tercer Dan.
Cuando un hombre de Tao recibe su Primer Dan, inclinará su cabeza agradecido. Al recibir su Segundo Dan, inclinará su cabeza y sus hombros. Al recibir su Tercer Dan, se inclinará hasta su cintura y se irá caminando calladamente a lo largo de alguna pared para que la gente no lo vea y no se den cuenta de él."
« Los grados Dan sólo han llegado a ser importantes porque causan muchos problemas. Chojun Miyagi Sensei rehusó conceder grados Dan y las artes marciales no tenían grados Dan hasta que el Judo los adoptó. A mí Miyazato Sensei me dio el tercer Dan en el primer examen de grado al que asistí cuando yo era poco más que un niño y no significó nada para mí, ni entonces ni ahora. Nunca me puse el cinturón.
Estoy de acuerdo en que para los estudiantes son una forma de medir el progreso, pero a un alto precio. Causan descontento, disputas, y conducen a un excesivo orgullo en uno mismo, que es lo contrario de lo que el entrenamiento en artes marciales debería desarrollar en un estudiante. Cada cual tiene diferentes estándares por lo que, inevitablemente hay diferencias en el nivel de los estudiantes de diferentes dojos incluso cuando tienen el mismo grado, y entonces empiezan las políticas. Yo creo que sólo debería haber cinturones negros y cinturones blancos, y que la atención debería centrarse en el entrenamiento, no en acumular grados. »
HIGAONNA Morio
Fuente: http://www.shotokankaratedo.es/ de Victor Lopez Bondia.