Algo raro pasa. El programa con más rating de la televisión abierta de Buenos Aires, ShowMatch (otrora VideoMatch) es el que peor volumen de contenido presenta. Si bien el formato sigue siendo el mismo que hace cuatro o cinco años, los personajes que allí aparecen son, minimamente, impresentables.
La televisión abierta (es decir los canales de Buenos Aires y alrededores) está totalmente vaciada de contenidos. El programa que conduce Marcelo Tinelli es el plato del que se sirven el resto de los programas de la mañana, tarde y noche. Si, un sin fin de programas satélites (?) viven pura y exclusivamente de lo que pasa tanto al aire como en los camarines y los detrás de cámara del hijo prodigio de Tinelli. En el seno de la estrella de Canal 13 nacen y aparecen (y hacen aparecer) personajes nunca antes visto en el horario donde la publicidad paga sus mejores precios, lo que en la jerga televisiva se conoce como primetime. Hombres y mujeres de desconocidos currículums dicen presente para mantener la energía del programa (?). Aparece un hombre vestido de rojo con una galera, una señora que lleva animales tal peluche de niño chiquito, un señor presto a bailar vestido de blanco al mejor estilo Julia Robert que al instante de aparecer en cámara se revuelca por el piso con una bailarina que es la encargada de desformar la lengua castellana en niveles desorbitantes. De repente se escuchan las voces de ex integrantes del staff de humor de VideoMatch: "excelente la performance", "bárbaro", "a esta la parto" (haciendo alusión a que tendría sexo con la bailarina de turno), entre otras paparruchadas similares. A todo esto, el conductor, precisamente, hace eso: conducir este circo carnavalesco. Espectáculo que al otro día será la materia prima de millones de minutos de aire de otros programas de otros canales. Generando la más patetica producción televisiva que se haya conocido. Nadie genera contenidos propios, todos comen de la mano de Marcelo Hugo.
Como si toda esta falta de seriedad y respeto a la ética pública y mediática no vastase, aparece Ricardo Fort. Hijo de los dueños de una multimillonaria fábrica de Chocolates, este hombre irrumpió en la TV para quedarse y, al parecer, no irse por un tiempo. Asímismo (como se ve en el video) se autoproclama como artista. Otra falta de respeto a quienes con dedicación, esfuerzo y, principalmente, horas de estudio y práctica desarrollaron carreras intachables. Cantantes, bailarines, coreógrafos, actores, todos ellos dejados de lado para que Fort diga y haga lo que le plazca. La mejor muestra de la falta de profesionalismo artístico de este adinerado y banal señor es la presentación que hizo para ShowMatch. Patetico.
Lamentablemente, en la TV abierta (gratis para millones de personas) los programas serios que hablen de temas interesantes que hagan pensar a la sociedad, como los políticos, culturales o alguna serie escacean y mucho. De los 5 canales, solamente América 2, con La Cornisa y la TV Pública, con 678, dan al espectador la opción de ver algo de política. El resto se la pasa repitiendo lo que pasa en ShowMatch y las noticias (?) que de allí se generen.No se pide la expulsión del entretenimiento en la TV. Entretener al espectador es la piedra filosofal de la TV, quitarle su esencia seria sentenciarla a muerte. Sin embargo, y esperemos que la nueva ley de medios así lo haga, se incluyan muchas más horas de programas que contrarresten esta patetica, burda y banal actualidad televisiva.