Hay películas que uno no entiende como pasan tan desapercibidas, ya solo por la presencia de Javier Camara y la dirección de Fernando Trueba esta cinta debería haber sido un éxito a muchos niveles. Quizás tuvo la mala suerte de encontrarse con la pandemia o que este es un país muy raro a veces.
El olvido que seremos cuenta parte de la vida de Hector Abad Gomez, médico, profesor y experto en salud pública a través de los ojos de su hijo (en cuyo libro está basada la película). Es posible que en España no nos suene, pero este señor es toda una institución en Colombia. La película, mediante unos saltos temporales nos va contando escenas de la vida del personaje y su familia dando pinceladas aquí y allá mostrándonos su entorno y sus circunstancias, dejando entrever de pasada la situación de un país envuelto en la violencia y el caos y retratando a un hombre que tenía muy claro el concepto del bien común.
Por supuesto toda esta historia no llegaría a ningún sitio si la película no estuviese bien hecha. No voy yo a descubrir ahora a Fernando Trueba, pero es que creo que ha hecho su mejor película y eso que yo soy muy fan de La niña de tus ojos. Todo está perfecto y en su sitio, actores, ritmo, ambientación y una banda sonora magnifica que atrapa y resalta los momentos mas emotivos, porque el espectador sensible se emocionara mas de una vez a lo largo de las mas de dos horas de metraje al que no le sobra ni un minuto.
Toda una agradable sorpresa que se me había pasado de largo y que ha sido un placer descubrir ahora (la tenéis en Netflix). Gano el Goya a la mejor película iberoamericana pero sin duda merecía muchos mas porque es la mejor película en castellano que he visto en mucho tiempo. El olvido que seremos es un retrato emotivo y necesario de un hombre bueno y una época mala, una de esas historias que se te mete en la cabeza y se queda.