Héctor Abad es médico, padre y un buen hombre que trata de mejorar la vida de los colombianos durante los años 60. En su casa se respira vitalidad y creatividad algo que también lleva a sus clases en la Universidad.
El olvido que seremos es una bella historia, llena de luz y alegría. Con esa luz ha jugado muy bien Fernando Trueba para llevarnos a los mejores años de este médico amable y bueno. Y es que la película juega con la luz y el blanco y negro para trasladarnos de una época a otra, de una de luz a otra más oscura.
La historia la vemos a través de los ojos de su hijo Héctor y por eso aún es más mágica. Vemos como Héctor veía a su padre, su admiración, su forma de educar, su forma de involucrarle en lo que pasa en el mundo.
Un hombre bueno maravillosamente interpretado por Javier Cámara, que sabe coger bien el pulso de este médico activista cuyo mensaje es actualmente muy válido.