Tiene límites la capacidad de progreso de la especie humana?
El mundo va cada vez mejor. De manera generalizada, el acceso a los alimentos, las rentas y la esperanza de vida han alcanzado niveles muy elevados, mientras que la enfermedad, la mortandad infantil y la violencia han caído notablemente.
Aunque el mundo está lejos de ser perfecto, tanto las necesidades como los lujos son hoy más asequibles, el aumento de la población es más lento; África, siguiendo a Asia, está saliendo de la pobreza.
Las nuevas tecnologías han enriquecido nuestras vidas de un modo sin precedentes. Los pesimistas, que dominan la opinión pública, auguran que pronto alcanzaremos un punto de inflexión que marcará el desastroso final de los buenos tiempos. Pero llevan anunciándolo doscientos años.
Matt Ridley explica cómo y por qué las cosas están mejorando. La prosperidad emana del trabajo de todos para todos. La tendencia al intercambio y a la especialización, iniciada hace más de cien mil años, ha forjado una mentalidad colectiva que eleva nuestros estándares de vida. Tras un recorrido que cubre la historia de la humanidad, Ridley concluye que, gracias a la ilimitada capacidad de innovación del ser humano, el siglo XXI supondrá progresos desde el punto de vista material pero también respecto de la biodiversidad. Una respuesta universal y sorprendente a los agoreros: el progreso no solo es posible sino probable.
El optimista racional, de Matt Ridley, editado en español por Taurus, es un ejemplo de escritura científica que se ocupa de un tema realmente serio: el progreso humano.
El libro está salpicado de datos interesantes, que contradicen las opiniones sombrías sobre el curso de la humanidad en los últimos 200 años. 10 ejemplos:
– “Para mediados de este siglo, la especie humana se habrá expandido en diez mil años, de menos de diez millones a casi diez mil millones de personas.”
– “Desde 1800, la población mundial se ha multiplicado por seis y, sin embargo, la esperanza de vida es más del doble y el ingreso real se ha incrementado más de nueve veces.”
– “En 2005, comparado con 1955, el ser humano promedio en el planeta Tierra ganaba casi tres veces más dinero (corregido por la inflación), comía un tercio más de calorías de comida, enterraba un tercio menos de hijos y podía esperar vivir un tercio más de vida.”
– “La Organización de las Naciones Unidas estima que la pobreza se ha reducido más en los últimos 50 años que en los 500 años previos.”
– “Hoy, de los estadounidenses designados oficialmente como "pobres", el 99% tiene electricidad, agua corriente, retretes conectados al alcantarillado y un refrigerador; el 95% tiene televisión, el 98% teléfono, el 71% automóvil y el 70% aire acondicionado.”
– “Los aristócratas británicos eran 15 centímetros más altos que el promedio en 1800; hoy son menos de 5 centímetros más altos.”
– “Hoy, 234 estadounidenses inocentes han sido liberados como resultado de estudios de ADN. 17 de ellos estaban condenados a la pena de muerte.”
– “En términos monetarios, la misma cantidad de iluminación artificial costaba 20000 veces más en la Inglaterra de 1300 que en la de la actualidad.”
– “Una vela de sebo en 1800; más de seis horas de trabajo. Y obtener tal cantidad de luz de una lámpara de aceite de sésamo en Babilonia en 1750 a.C. habría costado más de 50 horas.”
– “Las cuatro necesidades humanas más básicas –alimentación, vestido, combustible y vivienda– han bajado de precio considerablemente en los últimos dos siglos.”
El libro es una defensa de la mejora en las condiciones de vida para los humanos a lo largo de toda la historia, y muy especialmente en los últimos dos siglos. La tesis principal es que esa mejora se ha dado gracias al intercambio, tanto de ideas como de materias.
Tenemos razones para ser pesimistas?
El mundo va cada vez mejor. De manera generalizada, el acceso a los alimentos, las rentas y la esperanza de vida han alcanzado niveles muy elevados, mientras que la enfermedad, la mortandad infantil y la violencia han caído notablemente. Aunque el mundo está lejos de ser perfecto, tanto las necesidades como los lujos son hoy más asequibles; el aumento de la población es más lento; África, siguiendo a Asia, está saliendo de la pobreza; las nuevas tecnologías han enriquecido nuestras vidas de un modo sin precedentes. Los pesimistas, que dominan la opinión pública, auguran que pronto alcanzaremos un punto de inflexión que marcará el desastroso final de los buenos tiempos. Pero llevan anunciándolo doscientos años.
Matt Ridley explica cómo y por qué las cosas están mejorando. La prosperidad emana del trabajo de todos para todos. La tendencia al intercambio y a la especialización, iniciada hace más de cien mil años, ha forjado una mentalidad colectiva que eleva nuestros estándares de vida. Tras un recorrido que cubre la historia de la humanidad, Ridley concluye que, gracias a la ilimitada capacidad de innovación del ser humano, el siglo XXI supondrá progresos desde el punto de vista material pero también respecto de la biodiversidad. Una respuesta universal y sorprendente a los agoreros: el progreso no solo es posible sino probable.
“Una defensa del optimismo ambicioso como obligación moral”
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Editorial Taurus
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