Seguramente es uno de los momentos que más ilusión haga a los niños, cuando cae el primer diente de leche se da un paso hacia eso que ellos denominan 'ser mayores', y realmente es así. La caída de los dientes de leche implica que a partir de ese momento el niño va a tener que convivir con sus dientes definitivos.
En manos de los padres está hacerles comprender la importancia del proceso y la necesidad de cuidar muy bien de esas piezas que tendrán que acompañarles el resto de su vida.
Es a partir de los cinco o seis años cuando los primeros dientes empiezan a caer, aunque no se trata de un proceso fijo para todos los niños, va a depender de la herencia recibida de los padres o del tipo de alimentación que se ha llevado. El proceso de sustitución de unos dientes por otros puede durar hasta que el niño cumpla los 12 años.
Se caerán un total de veinte dientes
En total son 20 las piezas dentales que caerán, un proceso que sucede porque el diente definitivo empieza a empujar al de leche reabsorbiendo su raíz y provocando por tanto que este caiga. Los primeros dientes en caer suelen ser los incisivos inferiores, en este momento, sobre los seis años, se produce también la aparición del primer molar definitivo, que ocupará un espacio propio dentro de la boca. Cuando esto suceda es bueno visitar al dentista para controlar que todo el proceso se realice de forma adecuada.
Los incisivos superiores aparecen en torno a los 7 u 8 años normalmente a la vez que los incisivos laterales inferiores. Los laterales superiores caerán a partir de los 8 años, dejando paso a los definitivos. Los molares y los caninos se recambian entre los 9 y los 12 años, el último de esta etapa en surgir suele ser el canino superior que en ocasiones se queda sin espacio. A partir de los 12 años se produce la aparición del segundo molar definitivo tras el de los seis años y hay personas a las que a partir de los 16 años les erupciona el tercer molar definitivo o muela del juicio, hasta conformar los 32 dientes que forman la boca de un adulto.
Los dientes definitivos son más grandes que los de leche
Hay que tener en cuenta que los dientes definitivos, especialmente los laterales y caninos superiores, tienen un tamaño más grande que los dientes de leche y ocupan por tanto más espacio. Esto puede provocar que los dientes definitivos aparezcan algo torcidos, con el desarrollo del hueso maxilofacial poco a poco irán alineándose de forma correcta, aunque no está de más una visita al dentista para que evalúe la dentición para evitar complicaciones. Suele ser también habitual que los dientes definitivos aparezcan sin que se hayan caído los de leche, si esta situación se mantiene en el tiempo, es aconsejable de nuevo visitar al especialista.
Pese a que es necesario incidir desde que los niños son pequeños en el cuidado de sus dientes, el momento de la caída y la aparición de los definitivos se debe aprovechar para inculcar en nuestros hijos la necesidad de cuidar su dentadura mediante el cepillado diario, el control de los dulces y las obligatorias visitas al dentista.