El unico lugar de todo Israel donde existe algo parecido a un sistema de apartheid es en el Monte del Templo, curiosamente el lugar más sagrado del judaísmo.
El acceso al Monte del Templo esta gestionado por el organismo islámico, jordano-palestino Waqf que con el Mufti de Jerusalem trata a los judíos como personas de segunda categoría, restringiéndoles el acceso a su lugar más sagrado y prohibiéndoles rezar allí.
No contento con ello las mezquitas gestionadas por el Waqf son auténticos aspersores de odio y victimismo con continuas soflamas incitando la violencia contra los judíos e Israel, tal cual hacia el Mufti de Jerusalem Al Husseini a principios del siglo XX con las funestas consecuencias que ello tenia en forma de matanzas de judíos.
Ahora el Waqf ante lo que le puede caer por ser cómplices e incitadores de la violencia terrorista palestina intenta justificarse.
Y lo hace patéticamente alegando que … ¡Han perdido el control!
Tan patética confesión debería conllevar la inmediata disolución de dicho órgano y su sustitución por otro que garantice por igual la libertad de culto para los judíos en el Lugar más sagrado del judaismo.
A la espera de que eso ocurra, la justicia israelí debe actuar con carácter de urgencia y encausar a todos aquellos que desde estamentos religiosos difunden el mensaje del odio y enaltecen el terrorismo.