Revista Cultura y Ocio

El origen de "Cantamañanas"

Publicado el 23 julio 2012 por Desequilibros
En los siglos de oro, el adverbio Mañana se usaba para mostrar disentimiento, desacuerdo o expresar contrariedad con alguna cosa. Así, cuando se le pedía a alguien que hiciera algo que no quería, la respuesta podía ser:
- Mañana harélo.
A lo que se replicaba:
- Ya cantó mañana
en referencia a que quien así contesta no quiere hacer lo que se le dice o pide ni tiene intención de hacerlo.
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Dice el RAE que Cantamañanas es una "Persona informal, fantasiosa, irresponsable, que no merece crédito".
La propia Academia considera el término como "coloquial", lo que viene a significar que es admisible en una conversación informal, pero no debería usarse en otros ámbitos. 
Pero como a día de hoy ya nadie distingue lo informal de lo que no lo es, todo vale. Más bien, ha desaparecido cualquier atisbo de uso del discurso de forma no coloquial, porque así es posible ocultar ignorancia o pobreza argumental, disfrazar sensacionalismo barato o burda manipulación alegando que se está usando un tono de comunicación "propio de una conversación informal y distendida".
Este argumento es absolutamente falaz; simplemente ya no hay comunicadores elocuentes ni receptores capaces; solo hay discurso, y normalmente vacuo, mendaz, paupérrimo… al nivel de los nuevos santurrones de lo comunicación y de los cautivos y mentecatos espectadores; unos y otros, más proclives a responder a soflamas y consignas que a investigar o a reflexionar.
De ahí que el término "Cantamañanas" esté tan extendido como aquellos que somos merecedores de ostentar el título; y somos legión.
Pero vayamos al grano. Nos interesa la expresión; no las personas a quienes define.
Cantamañanas proviene, como no es difícil de intuir, de "mañana", que a su vez proviene del latín vulgar maneana, derivado de mane, "por la mañana", que hace referencia a la hora del día. 
En castellano se usó la forma cras mañana para referirse al día siguiente por la mañana quedando luego reducido a la forma mañana para referirse al día completo.
Como vemos, el castellano tiene la curiosidad de que la palabra mañana designa lo mismo una parte del día -la primera, desde el amanecer al mediodía- que el día completo siguiente al presente. En inglés esto no sucede con tomorrow y morning; o en italiano con domani y giorno; o en francés con demain y matin.
Pero en los siglos de oro, el adverbio Mañana se usaba para mostrar disentimiento, desacuerdo o expresar contrariedad con alguna cosa. Así, cuando se le pedía a alguien que hiciera algo que no quería, la respuesta podía ser:
- Mañana harélo.
A lo que se replicaba:
- Ya cantó mañana
en referencia a que quien así contesta no quiere hacer lo que se le dice o pide ni tiene intención de hacerlo.
Los lectores españoles seguramente ya habrán identificado al humorista patrio que usa esta "muletilla" es sus espacios semanales, con idéntico (o muy parecido) sentido. 
Desconozco si lo hace de forma consciente o por analogía con el más contemporáneo y reconocible "vuelva usted mañana" de Larra, que viene a significar más o menos lo mismo.

Así que un cantamañanas es aquel individuo que "asegura que va a hacer algo con cuya realización los demás no podrán contar".
O como define Celdrán:
Sujeto irresponsable mezcla de don nadie y zascandil que llevado de su inconsciencia se compromete a cosas que es incapaz de realizar.

Y a mí esta definición a quién me recuerda…
Ah sí… a políticos, periodistas y blogueros.
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Bibliografía:
• María Moliner. Diccionario de Uso del Español. Editorial Gredos.
• Pancracio Celdrán. El gran libro de los insultos. La esfera de los libros.
• Blog de Español; ser un cantamañanas.
• La vieña es de Rafa Vega Sansón publicada en El Norte Digital, vista en La Media hostia, rebautizado como Scientia Futura.

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