Revista Insólito

El origen de las ‘Valquirias’

Publicado el 08 octubre 2018 por Redespress60

El origen de las Valquirias no está muy claro; en algunos poemas se deduce que podrían tener como padre a un humano, en otras ocasiones en cambio se las considera más como sacerdotisas, una mezcla que conjuga el misticismo con un aire bélico, definiendo a su vez una imagen femenina dotada del suficiente atractivo y misterio para que los artistas encontraran su inspiración; de hecho, hay muchos testimonios pictóricos que las han representado o bien como audaces guerreras surcando los cielos con salvajes caballos alados, o bien como damas serenas acompañadas por lobos que devoraban carroña en el campo de batalla..

El origen de las ‘Valquirias’

Odín es el dios de las tormentas nocturnas, jefe de las almas y de los aparecidos. Dios de los poetas, de la sabiduría, de la magia y de la inspiración. Dios chamánico soberano y padre de los otros dioses.  Se le imagina cubierto con una ancha capa, con un sombrero y subido en un caballo con el que recorre el cielo persiguiendo una caza fantástica. Guía de las almas y de los aparecidos. Puede resucitar a los muertos y convertirse en animal, pudiendo cambiar de apariencia mientras su cuerpo permanece sin sentido, y bajo estas apariencias podía viajar a lugares lejanos.

Las guerreras de Odín

Las Valquirias son diosas que suelen cabalgar en lomos de caballos voladores, se dice también que son buenas con la lanza, la espada y el arco, debido a que poseen fuerza sobrehumana y mucha agilidad. Cuando las valquirias cabalgan, sus armaduras producen un brillo que ilumina todo el cielo del norte. Este brillo es el origen de la aurora boreal. Viven entre el plano de los vivos y los dioses, conocido popularmente como Asgard, cabe mencionar que en este plano existe un lugar llamado Valhalla, el salón donde son recibidos los héroes que mueren en combate.

Las Valquirias presienten la muerte de guerreros valerosos, cuando se libra una batalla éstos son presentados en el plano de los vivos, desde el cielo observan la lucha. Provistas de escudos para servir al dios nórdico, sobrevuelan  los campos de batalla para recoger las almas de aquellos mortales más heroicos al acabar la contienda, siendo conducidos al reino de Asgard para trasladarlos al Valhalla, el espacio majestuoso destinado para los muertos en la misma ciudad. Es un recinto enorme de 540 puertas. Las vigas son lanzas y el techo está formado por escudos. Una vez allí se convierten en los llamados ‘enherjar’, nuevos guerreros entrenados para servir a Odín en sus guerras particulares. Durante la noche, sus heridas se curan mágicamente y participan en festines presididos por Odín. Su principal objetivo es luchar al lado de los dioses en la batalla final contra los gigantes, el Ragnarök. La tradición cuenta que cuando llegue ese día de cada puerta saldrán 800 einherjars marchando hombro con hombro.

Además de estas funciones, las bellas Valquirias cumplen más órdenes de Odín. Tejen las redes de la guerra. Estan en todo conflicto cabalgando por los cielos envueltas entre el humo de la batalla y el fragor de la violencia humana, ellas son quienes eligen quién debe morir en vista a sus dotes para la guerra. De hecho, la palabra ‘Valquiria’ tiene su raíz en el nórdico antiguo: ‘valkyrjur’ que significa precisamente ‘la que elige a los caídos en batalla’.

El origen de las ‘Valquirias’

El mito

Las Valquirias corresponden a una raza de deidades acaso más antiguas que el propio Odín. Según los Eddas, las Valquirias “asignan la muerte y gobiernan la victoria”. Sin embargo, su verdadero mito trasciende las barreras de la mitología nórdica tal como la conocemos, y se pierden en un pasado tan remoto que para concebirlo necesitamos revisar algunos conceptos.

Las Valquirias se resisten a permanecer en un solo mito regional. Su presencia se advierte en cualquier ciclo mítico antiguo. Por ejemplo, en las terribles Wælcyrige anglosajonas o en la prudente Walküre alemana. De hecho, el origen de las Valquirias es perfectamente incierto. Si seguimos la documentación mítica de los Eddas veremos que casi todas tenían padres mortales, lo cual atenta contra su propia etimología. Distintos folkloristas explican que las verdaderas Valquirias eran representadas normalmente por sacerdotisas de Odín, quienes oficiaban sacrificios humanos a los dioses implacables. Cuando la Edda poética fue recopilada, alrededor del siglo XII d.C. sus ritos ya habían pasado a la leyenda, convirtiéndolas en guerreras sobrenaturales bajo las órdenes de Odin, decidiendo arbitrariamente sobre la vida de los hombres.

No obstante, una interpretación errónea a menudo nos brinda valiosas pistas para descubrir la verdad. La primera de estas pistas proviene de los nombres de las Valquirias puras, es decir, no humanas, consignadas en la Edda poética: Skögul (furia), Hlökk (rumor de batalla) y Göll (grito de combate), epítetos que se repiten en mitologías mucho más antiguas que la nórdica.

El segundo dato a tener en cuenta es un comentario hecho al pasar por el poeta, que señala a las Valquirias como Dísir, un término que las vincula con un pasado muy remoto. Poco se sabe de las Dísir, sólo que son una comunidad de divinidades femeninas relacionadas con la muerte y el renacimiento, y etimológicamente emparentadas con las Dhisanas, diosas terribles mencionadas en el Yajur Veda hindú. La palabra sobrevivió a lo largo de miles de años, ligeramente disimulada, en el término anglosajón Ides, una forma poética de referirse respetuosamente a las mujeres. Las Dhisanas también tenían potestad sobre la muerte y el destino de los mortales, aunque a menudo se mostraban indulgentes con las mujeres. Su rechazo por los hombres era tan violento que en ocasiones los transformaban en lobos para montarlos y asistir con ellos a las batallas.

En este oscuro mito hindú se haya el gérmen poético de las Valquirias, que sobrevivió en una antiquísima palabra para designar al lobo, que luego se transformó en una kenning, es decir, una metáfora: Valravn, “caballo de la Valquiria”.

Tanto el arte como la música han querido hacer en numerosas ocasiones un homenaje a estas mujeres. Basta con recordar la obra de Richard Wagner y su “Cabalgata de las Walquirias”, esa pieza grandiosa que puso la banda sonora a “Apocalipsis Now”, de Francis Ford Coppola.

Fuentes e imágenes: EspejoGótico // SeresMitológicos // Mitologíainfo


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