Revista Mundo animal

El origen de todo

Por Alvalufer

Esta mañana encendí la tv antes de salir a hacer unas compras y me topé con que estaban echando unos dibujos animados de los que han perdurado en la mente de muchos niños que ahora ya somos grandecitos,hablo de  Los gnomos,con su mítico personaje a la cabeza,David,que vivía con su esposa en un bosque donde se relacionaba con los animales.
A raíz de esto comencé a recordar,pensé en mi infancia,en que quizás muchos factores de aquellas épocas que cada vez parecen más lejanas provocaron en mí la vocación,los sentimientos y la forma de vida que hoy tengo y que tan felices me hacen,ya que  tengo la suerte de poder estudiar lo que me gusta ,luchar por mis sueños y compartir con más gente mis pasiones naturalistas.Durante el resto del día he seguido pensando en  esto,en psicología,en los recuerdos,en todo…y en esta lluviosa noche otoñal lo escribo aquí para compartir con ustedes el nacimiento de todo.

El origen de todo

Como he dicho antes ando reflexionando sobre cómo la infancia moldea nuestro cerebro y nuestro corazón y nos predispone a tener una forma de vida,una forma de ser,nos educa,nos inculca valores(en teoría) y nos va moldeando para luego de mayores ser el resultado de los aciertos y fallos que nuestros educadores han tenido con nosotros.Yo siempre digo que nací queriendo ser biólogo ,desde pequeño supe lo que quería estudiar y  además supe que  lo haría fuera de Huelva ya que aquí no está la carrera de biología.Fueron pasando los años pero mi propósito nunca cambió,seguí aprendiendo más,estando mucho en el campo,devorando libros de todo tipo(no solo de animales),disfrutando de la naturaleza en todas sus formas y colores,ampliando mis gustos y horizontes…y aquí estamos hoy,con la misma filosofía ,el mismo amor y la pasión de naturalista renovada cada día a golpe de salidas maravillosas al encuentro con la vida.Para mí tener prismáticos,guías,cámaras,ropa de campo,etc. no es nada sorprendente ni motivo de ser llamado raro como algunos “normales”  me llaman, me recuerdo con unos siete años ya con prismáticos y guías de aves por Doñana, me tengo muy asumido a mí mismo tal y como soy.

Pero retornemos a finales de los ochenta o comienzos de los noventa,volvamos a la tierna infancia.Cierro los ojos y aprieto el cerebro como si así pudiera recordar mis primeros momentos estelares en la naturaleza.

Debía tener unos cuatro años, entonces se produjo un encuentro con alguien que sin duda provocó que yo estudie lo que estudio y esté aquí escribiendo en este blog.Con una revista de la época venían de regalo unas cintas vhs de carátula marrón,en sus portadas aparecían en una un lirón careto,en otra un zorro,en otra una nutria,etc. Posiblemente por proposición de mis padres me puse a ver una de esas cintas,el título era Iditarod, mis recuerdos son de un señor de voz característica que jugaba con perros y seguía una carrera de trineos,al final una avioneta despegaba con una canción algo triste y luego se decía que ese señor había muerto, ¡vaya suerte la mía! lo acababa de conocer ,me había encantado…pero ya estaba muerto.Luego vi más y más:los pequeños matadores,el jabalí,el lobo,los indios,la nutria amazónica,cerro autana,operación anaconda…había nacido en mí la pasión de mi vida,la que me agarró fuerte y ya no me soltó.Gracias Félix,unos diez años después de tu muerte tus documentales aún seguían vivos y captaron para la causa a otro niño de Félix más,algo tardío pero otro al fin y al cabo.

Por esta misma época mis abuelos compraron un campo,recuerdo que a mi abuela le encantaban los animales y siempre quería ayudarlos a todos.En estos comienzos del campo de mis abuelos acontecieron varias cosas,la primera que de una piscina llena de escombros salieron dos enormes lagartos ocelados,que para un chiquitin como yo eran como cocodrilos de grande,mi abuelo no es mucho de tratar con bichos así que los mató.Había una charca repleta de ranas,una enorme fue apodada por mis primos mayores como “Cabrona”,nunca supe la razón,me era divertido capturarlas y meterlas en cubos,su tacto era diferente a todo lo que estaba acostumbrado a tocar.En el campo había gallinas,me encantaba ir los domingos a echarles de comer,sacarlas del corral, observarlas mientras simplemente iban de acá para allá…

Mi padre por aquellos entonces hacía muchos kms. en coche  porque era repartidor ,llevaba fotografías a las tiendas de fotos de muchos pueblos .Me encantaba cuando me contaba que se le había cruzado un zorro,que había un cochino,que había encontrado una rapaz herida.Vaya suerte, cuando iba yo en el coche no veíamos nada.Eso sí,camino del campo de mis abuelos en los tendidos eléctricos había incontables rapaces y cuervos,ya no se ven tantos.

Siendo muy pequeño comí una almendra amarga,me dio tanto asco que no volví a comer una almendra hasta diez años después por lo menos.La única explicación que le encuentro es que quizás fuera una respuesta inconsciente de mi cerebro que asoció eso como venenoso o algo así,como una reminiscencia de cómo nuestros antepasados sabían lo que comer y lo que no,lo que era peligroso y lo que era bueno.

Como a todos los niños me gustaban los dibujos animados (además de los documentales,que eso ya más a mí que a los niños en general).En mi época existía Bola de Dragón,Caballeros del Zodiaco…pero  en verdad casi todos eran dibujos animados protagonizados por animales,eran muy educativos,optimistas,llenos de buenos sentimientos y oye,con calidad,que hay que reconocérselo.Siempre he dicho que mi espiritu viajero surgió -además de por parte de mis padres que siempre me sacaron por ahí -por haber visto Willy Fog(también ahí me interesé desde bien pequeño por la geografía),los Gnomos que ya los mencioné antes intuyo que formaron mi sensibilidad hacia los animales y la protección de la naturaleza,los de Érase una vez también aportaban lo suyo en cuanto a conocimientos.Son solo tres ejemplos,claros como el agua eso sí,de dibujos animados que iban moldeando mi esponjoso cerebro de niño de cuatro-cinco años hacia lo que soy hoy.Lo de mi espiritu aventurero puede venir por esos mismos dibujos animados,sumado a la lectura adolescente de Los Cinco o ver pelis de Indiana Jones.

No sé exactamente cómo era de pequeño aparte de muy testarudo según dicen mis familiares,igual debía ser algo pesado con los animales porque en vez de cortarme esa afición naciente me daban más y más,de hecho aún mantengo libros para niños sobre animales,culturas del mundo y todo eso.Al poco llegaron mis primeros prismáticos,aquellos con los que viví mi primer momento glorioso en la naturaleza al reconocer un calamón en La Rocina,los mayores se rieron de mí,”ay las tonterias que tiene el niño”,decían unos a otros,pero luego en el palacio del Acebrón vimos uno disecado y pude restregarles mi acierto.De aquellos gloriosos paseos de mi infancia por La Rocina,El Acebuche y El Acebrón recuerdo ese calamón además de otros muchos bichos,recuerdo encontrar pelos y rastros de tejón,recuerdo que un abejaruco salió volando de mis pies,un lobo y un lince disecados,un busto de Félix en el Acebrón,visitas a todos los zoos habidos y por haber de nuestra geografía y nada,que quedaba claro que me encantaban los animales.He de dar las gracias a mis padres,ya que aunque son respetuosos con la naturaleza no son especialmente naturalistas como yo,y posiblemente contra su voluntad desde bien pequeño me llevaron a donde yo quería para  ver animales,hacer senderismo o cualquier otro lío que tuviera que ver con campo.Posiblemente si en vez de eso me hubieran cortado las alas y me hubieran inculcado otras cosas tampoco estaría aquí escribiendo.

Yo también dibujaba mucho en la infancia,mis dibujos básicamente eran dos:dibujos de animales   y dibujos de personajes de Bola de Dragón(que me salían perfectos por cierto).Esto sonará muy fuerte pero yo de pequeño dibujaba ecosistemas enteros con todos sus animales y plantas todo interrelacionado como ahora de mayor compruebo que es,realmente no tenía  tantos conocimientos,lo hacía por intuición y lo clavé.Por esa época empecé a coleccionar comprándolos en ferias del libro los Cuadernos de campo de Félix Rodriguez de la Fuente,mi auténtico tesoro,ya que tras varios años de comprarlos poco a poco con el dinero que me daban logré reunir los 60 que forman la colección.Compraba tantos libros que el de la feria del libro de La Antilla,donde pasaba algunas semanas en verano con mis abuelos y mis tios siempre decía :” este chico va a llegar lejos,qué le gustan los animales y leer”. Me conocía tanto ya de curiosear día tras día los libros de animales que al final me regaló uno que a priori no prometía nada pero que también aportó lo suyo a un niño que era yo que por entonces debía contar unas nueve primaveras,se trataba de El anillo del rey Salomón,de Konrad Lorenz,juzguen ustedes si fue bondadoso el regalo que me hizo.Me gustaría reencontrarme con este hombre,no sabe lo que ayudó a saciar el hambre de saber de animales que yo tenía.

El origen de todo
en Cabo Verde este verano con las tartarugas marinhas

De esta época data la rotura de mis primeros prismáticos cuyo olor por cierto aún retengo en mi memoria(sonará raro pero así es).No sé exactamente como fue pero posiblemente fue culpa mía por dejárselos a mi hermano que entonces tenía dos años;el chiquillo que que iba a saber los tiró al suelo y yo le di una patada(a mi hermano,no a los prismáticos).Total,que se rompieron,yo lloré y me quedé varios años sin prismáticos.También tenía una cámara de fotos,mis padres me reñían porque allá donde ibamos yo prefería hacer fotos de animales en vez de fotos nuestras,ya llegaba un punto en que me tenían que parar los pies.Ahora veo los albúmes de fotos familiares y me doy cuenta de la paciencia que debían tener conmigo porque hay tantas fotos de ciervos,osos,leones,elefantes y todo tipo de animales como hay nuestras.

El campo seguía estando ahí y yo iba cada domingo casi sin faltar ninguno.Había una lechuza disecada,una tele en blanco y negro que solo se veía la 1 y la 2,otra tele vieja que se cambiaba de canal con una rueda,molinillos de café,cientos de opiliones detrás de las puertas,la chimenea donde metía piñas,la marquesina para dar balonazos…era el paraiso para mí.Una vez dando un paseo me ocurrió algo que retengo como si hubiera pasado hoy:de la nada salió un buho real que casi me rozó con sus alas volando ante mis narices y propulsó hacia mí una suave brisa tras su veloz paso.En este tiempo el campo tenía gallinas,pavos(uno que atacó a mi hermano y nos lo zampamos),conejos…y hasta una oveja,Romerita se llamaba.Un día llamó mi abuela que si teníamos un biberón viejo de mi hermano que ya no quisieramos,que le había comprado creo que por 2 mil pesetas una oveja a un pastor.Fuimos volando  a su casa,allí estaba la oveja,aún con el cordón umbilical secándose,blanquisima ella.Por aquellos tiempos mis abuelos tenían a Yaco,un pastor belga que era muy grande para mí pero que al final en La Antilla recuerdo que algo más si que traté con él,siendo quizás de mis pocos tratos directos con un perro(no soy muy de perros).Una de las anécdotas que mi madre aún recuerda fue cuando un pequeño yo que aún no sabía de reproducción ni de cómo se producen ciertas cosas intentó incubar un huevo dándole calor con la camiseta,por mucho que me riñeron yo insistí como siempre empecinándome y al rato el huevo explotó en mi camiseta poniéndola perdida,menudos cates maternos me llovieron al instante…

De esos paseos por los pinares cercanos al campo de mis abuelos aprendí muchisimo de naturaleza y de lo que se come o tiene algún otro uso.Realmente mi abuelo,mi padre y mi hermano tienen muy buena vista para ver espárragos,yo no sé si soy el único que no ha heredado ese don pero más bien creo que como siempre iba concentrado buscando reptiles ,insectos,flores o lo que fuera no reparaba mucho en los espárragos.De hecho lleva siendo así toda la vida,porque hoy en día ellos siguen paseando para buscar espárragos y yo a lo mío fotografíando flores o animales.

Un día en el campo tuve una idea inverosimil(casi todas las mías lo eran).Pensaba yo que con una trampa de ratones rota sería capaz de capturar un rabilargo de los muchos que había por allí siempre(y sigue habiéndolos),además el engaño para que acudiera sería un trozo de pan duro.En efecto,yo tenía mucha fe .No me pregunteis como,pero de repente la trampa sonó cerrándose como si hubiera atrapado algo,nadie me creía pero fui corriendo y allí había un rabilargo(qué sería el más tonto del mundo el pobre) atrapado en la trampa de ratones.Lo cogimos y lo metimos en un jaulón enorme,eso fue cuando yo tenía nueve años o así.Lo trajimos a casa,pero la verdad que ese animal no es lógico tenerlo en una casa en la ciudad,así que a los cuatro días lo soltamos en el campo de nuevo,eso sí,recuerdo lo que le encantaba comer fruta y que tenía a mi pobre canario(muy cantarín,el que animaba a cantar a los demás canarios de la calle)bastante cagado en la jaula contigua.

Pero no solo en el campo disfrutaba de la naturaleza,la ciudad también me daba algunas oportunidades.Me he pasado muchisimo tiempo en la calle,jugando a lo que seguro que ustedes también:baloncesto,fútbol,escondite,correr,saltar,canicas,trompo…pero yo tenía un extra ya que junto a algunos amigos -a los que perdí la pista pero sé que a algunos las cosas no les han ido muy bien- me dedicaba a coger animales. Junto a mi casa hay un colegio cuyo perímetro está vallado,esas vallas tenían recovecos donde se alojaban multitud de lagartijas ibéricas y cada día ibamos a registrarlas todas e intentar capturar cuanto pudieramos.Algunas eran muy grandes y no todo el mundo era capaz de meterles mano,en un parque de detrás había lagartijas colilargas que nos encantaban porque eran diferentes.Alguna vez encontramos nidos ,cogimos los huevos y los metimos en cajitas,para críos como nosotros era un espectáculo gozar de la eclosión de esos huevos pasados ciertos días.El verano era la época de las salamanquesas,si mis datos no fallan en una noche llegamos a coger unas cuarenta,que igual luego al rato tras hacer recuento las soltábamos,pero ese ratito no nos lo quitaba nadie.Para asustar a las niñas incitabamos a las salamanquesas a mordernos y nos las colgábamos de las orejas a modo de pendientes.

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en el Amazonas ,donde viví lo mejor de mi vida

En primavera eran las crías de gorriones,había niños que tenían varias decenas en cajas y jaulas,unas vivían y muchas morían, es triste la de falacias que hay sobre la cría de gorriones en cautividad,ahora de mayor me doy cuenta que los niños teníamos muchas tonterias y claro la mayoría morían de hambre porque darles de comer pan mojado en leche no es muy de gorriones creo,a día de hoy tengo claro que los alimentaría de otro modo.Sobre los reptiles había mucho falso también:cuando una lagartija perdía el rabo al parecer se estaba acordando de nuestros muertos así que insultabamos el rabo,las salamanquesas si te escupían te quedabas calvo,etc.

Otra época era la de las mantis,vaya bichos tan bonitos.Las cogíamos verdes   y marrones,las alimentabámos con grillos y otros insectos que cogíamos,quizás eran de los animales que más me fascinaban.Algunos decían que eran venenosas pero era falso,yo me las ponía por la mano y nunca me hicieron nada.No pensaba así un vecino que descubrió donde teníamos guardadas las cajas con las mantis y las ahogó dándoles un buen manguerazo.

También con los amigos hacíamos otro tipo de actividades con la fauna pero no eran muy conservacionistas,más bien entrarían dentro del espiritu cafre que todo niño lleva dentro.Había unas chinches rojas y negras que llamamos bichitos de luz,no sé el nombre científico,nos divertíamos descubriendo sus enormes nidos con cientos de ejemplares y destripabamos unos buenos pocos simplemente para ver cuales tenían huevos dentro y cuales no.Creo que las que tenían huevos luego las echábamos a las lagartijas o algo así.Otra actividad de extraña ética era mezclar hormigas de unos hormigueros y otros para ver qué hacían, y por supuesto todo acababa en guerras de naciones hormiguiles.Hacíamos campeonatos con las hormigas soldado de cada hormiguero a ver cual era el hormiguero más fuerte,me sorprendía que a veces las hormigas pequeñas mataban a las más grandes .Otra actividad más noble con las hormigas consistía simplemente en echarles de comer todo lo que imagináramos y ver como se lo llevaban todo al hormiguero,sin más.

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el menda haciendo el Camino de Santiago hace varios veranos

Quiero creer que todo esto obedecía a la innata curiosidad de los niños,que en cierto modo todo esto me fue formando el cerebro,me fue llenando de preguntas e inquietudes,que todo esto no me abandonó y fue cubriendo etapas al igual que las etapas de la vida.No se puede comparar la manera de afrontar la relación con el medio ambiente de un niño de 8 años que  un tiarrón de 23 que soy ya.Por ejemplo también creo que haber ido a pescar con mi padre desde bien pequeño me ha dotado de paciencia,esta paciencia que ahora aplico a las interminables horas de espera sin moverme en el campo mientras aparece algún animal o se pone alguno cerca para fotografiarlo.Todo tiene sus razones y de todo extraigo aprendizajes,siempre he ido con los sentidos bien abiertos para aprender,empaparme de lo que me rodea y procesarlo en mi cerebro.

Mientras muchos niños tenían como referentes en la vida a los Backstreet Boys o a futbolistas de la época yo soñaba con ser explorador,biólogo,aventurero…¿se han cumplido mis sueños?¿soy como soñaba de pequeño? No lo sé,el tiempo dirá,vosotros podeis decir si soy como yo quería de pequeño o no.Es increíble como la vida es un proceso donde unas decisiones te hacen abrir unas puertas y cerrar otras,donde lo vivido de pequeño se queda clavado y aflora tarde o temprano de un forma u otra.Yo he mamado El hombre y la Tierra,Al filo de lo imposible,Vietnam vida tras la muerte,Amazonia última llamada, Mundo submarino y Cosmos .He crecido así,desarrollándose en mi interior unos sentimientos,emociones y aspiraciones quizás diferentes a las de muchos chicos de mi edad ,pero soy feliz así y vivo la vida que he soñado desde pequeño.Todo empezó con el campo de mis abuelos y Félix,prosiguió con muchas salidas a la naturaleza y así hasta hoy ,el mañana dirá como sigue.

PD: este es solo un resumen,quizás la palabra exacta sea extracto,de lo que podría denominarse autobiografía.Podría rellenar muchisimos post del blog contando hazañas y anécdotas de la infancia relacionadas con la naturaleza,como aquella vez que me subí a un pino y no podía bajar,o mi primera culebrilla ciega,la etapa en que tuve de mascota un cangrejo rojo americano…en fin,toda una vida.


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