El origen del estrés

El estrés es un estado anímico nada placentero que se caracteriza por un agotamiento físico y espiritual. Además de ser algo incómodo de sobrellevar desde el plano mental, hay que saber que el estrés muchas veces puede dar origen a diferentes enfermedades físicas (por ejemplo, el factor estrés puede ser mucho más significativo en paros cardíacos que elementos como la dieta que se sigue o la falta de actividad física). Para estar en condiciones de eliminar el estrés es necesario, en primer lugar, aprender a detectar los orígenes de este estado psicofísico.

La causa principal de estrés siempre es el miedo. El miedo que uno siente siempre es respecto a algo concreto, que se puede aislar (más allá de que sea tangible o que responda a un orden más bien abstracto). Algunos de los miedos más comunes que pueden llegar a originar estrés son el miedo a estar solo, el miedo a no tener lo suficiente (de algo, ya sea dinero, amor, etc.), y el miedo a la incertidumbre (qué sucederá en el futuro).

El auto-castigo y la falta de capacidad para sentirse lo suficientemente valioso en diferentes áreas también son elementos generadores de estrés. Muchas veces sentimos que fallamos en algún aspecto, y nos mantenemos en una posición de auto-castigo que solo sigue perpetuando el estrés que sentimos. Esto, en algunos casos, puede estar acompañado por la imposición de desafíos y demandas desde la propia persona. Una persona se impone una tarea demasiado ardua o difícil como para completarla, y al fallar cae presa del estrés. Este círculo vuelve al inicio vez tras vez reforzando el impulso inicial.

Al tomar conciencia de estas situaciones generadoras de estrés estamos un paso más cerca de eliminar esta sensación de nuestras vidas. Es importante actuar cuanto antes y no dejar pasar las situaciones negativas sin introducir cambios.