Revista Cultura y Ocio
El Origen del Planeta de los Simios, un retorno a la saga original
Publicado el 04 agosto 2011 por Ruta42 @ruta42El 5 de Agosto se estrenará en nuestro país El Origen del Planeta de los Simios, película que explica las claves de las que parte El Planeta de los Simios a través de los ojos de Caesar, el simio que originó el conflicto sin quererlo, intentando vengar a los de su misma condición por el mal trato que los humanos hemos tenido con ellos. Podremos ver en ella a un fascinante Rupert Wyatt como director, a Pierre Boulle y a Rick Jaffa en el papel de guionistas y en el terreno de la actuación a James Franco, Freida Pinto, John Lithgow y Brian Cox entre otros.
Nuevamente, contamos con la firma de Esther Miguel Trula.
Nos gusta cosificar. Deshumanizar. Hacerle perder los rasgos humanos a todo aquel y aquello que no nos agrada como medida esterilizante. Hay con respecto a esto, un asunto para el que todavía no estamos preparados afrontar: nuestra animalidad. Creacionistas aparte, los seres humanos tenemos claro que venidos evolucionando del reino animal, que somos tal, y sin embargo, orgullosos intentamos alejarnos de nuestras raíces, lo rechazamos sin encararlo y analizarlo como es debido. Desde Adán y Eva y su caída al pudor nos cubrimos el cuerpo con ropa, procuramos no eructar en público y hacemos nuestras necesidades siempre bien alejados de miradas ajenas.
En El Origen del Planeta de los Simios Caesar protagonizará la nueva entrega de la saga que será al mismo tiempo un remake de La Rebelión de los Simios y precuela de la mítica El Planeta de los Simios. Como nos explicaron en la presentación de la película a los asistentes no es casual el haber obviado la adaptación de Tim Burton del 2001, ya que esa se dejaba llevar más por la espectacularidad, quitándole el aspecto reflexivo sobre los Derechos Humanos y la falta de moral que se nos acusaba en el filme original del 68.
Rupert Wyatt, el director de la película que se estrenará el día 5, es alguien feliz por poder adaptar el clásico desde su óptica y conversando el espíritu original en una entrega llena de acción y con unos efectos especiales que enorgullecerían a la primera. En uno de los vídeos que nos pusieron antes del pase explicó sus motivos, además de mostrarnos el que él hizo llegar a los estudios de la Fox para darles razones para que le contrataran como director haciéndoles ver su enfoque, vídeo en el que se entremezclaban imágenes de grandes conflictos mundiales y catástrofes humanitarias con fotogramas acosados de primates afligidos.
También vimos un sobrecogedor making off del estudio WETA digital (los mismos de El Señor de Los Anillos, el King Kong de Peter Jackson y Avatar) que se han encargado de dotar de realismo a Caesar y sus compañeros mientras daban un paso más allá en el avance de la técnica de captura de movimiento, que si antes siempre había tenido que hacerse dentro de unos estudios ahora campan libremente por los mismos sets de rodaje, con escenarios y actores en tiempo real de grabación. Atestiguo que el realismo del mono protagonista a veces da mal rollo por lo realista. Aunque irónicamente los simios serán en todo momento digitales (es decir, falsos) ya que si hubiesen usado simios reales estos tendrían que haber sido amaestrados. Deberían haber sido entrenados con el sufrimiento que para ellos habría supuesto y eso mismo iría en contra de la pretensión esencial, pero al mismo tiempo nos aleja de ella.
Y el tema central de la película será pues, hacernos conocer las experiencias vividas por este chimpancé que le llevaron a liderar la rebelión y posterior civilización más simiesca de la historia del cine. Recordarnos lo cerca que estamos de lo salvaje e irracional, hablarnos de tú a tú con los instintos que también a nosotros a veces nos asolan, y bajarnos de la parra, que nunca está de más. En los progresivos marcos en los que acompañaremos a Caesar sentiremos lástima, dolor y finalmente ira. Desde la suerte de reinterpretación de la leyenda de Moisés y del síndrome de Estocolmo, será el hijo huérfano el que acabe vengándose de la muerte de sus padres ajusticiando a los asesinos (los humanos) y también acabará perdonando la vida del único humano que aunque causante de todo siempre le ha procesado amor paternal, un James Franco científico que, todo hay que decirlo, no destaca demasiado en esta cinta.
Guiños constantes y deleitantes a la versión que protagonizó el enorme Charlton Heston, una escena que nos recordará a Los Pájaros de Hitchcock y un Draco Malfoy (Tom Felton) malo malísimo administrando un manicomio para monos son algunas de las sorpresas que nos podemos encontrar en El Origen del Planeta de los Simios. También habrá unas escenas finales (como nos advertía el tráiler) llenas de acción con diversos simios asolando un San Francisco ante sus impotentes ciudadanos, que no darán fe de lo que han creado en su intento por pervertir las leyes naturales y su devenir en el orden de las cosas. Será un gran manto de bestias ya no tan salvajes como sedientas de venganza. Un conjunto de monos que en coreografía simulan ser un gran cuerpo de simio que siembra el pánico entre los transeúntes. Una gran metáfora de lo que el mismo King Kong era. Acertada alegoría.
Como siempre, la línea entra la ficción y la realidad es susceptible de asombrarnos. Los avances científicos en la instrucción del lenguaje de signos que se han llevado a cabo con los gorilas y bonobos (chimpancés pigmeos) dan pistas de lo inteligentes que son estos animales. Capaces de dominar más de 2.000 palabras, de entender la estructura de oraciones gramaticales, de saber lo que es una representación artística (de por ejemplo una danza que al resto de sus semejantes les parecen agresivas y les provocan miedo pero a ellos no), hablar de sus sentimientos o también criar gatos. Podemos pensar que Caesar es el nexo de unión entre estos primates reales y los supermonos de El Planeta de Los Simios; pero eso sólo quiere decir que verdaderamente hay una conjunción copulativa, una puerta a la realidad que nos avisa del más que posible crítico desenlace de todo esto. Insto a los interesados a pasarse por las investigaciones que se han llevado a cabo con, por ejemplo, Koko, Kanzi o Washoe. Al menos a visitar sus páginas en Wikipedia.
En definitiva, los fans de la saga (que no del libro) saldrán contentos con los rasgos moralizantes que la original apuntaba, los efectos visuales y los torrentes de acción entretendrán con picos de emoción que a veces llegan a lo asombroso (atención a la escena que separa las dos partes de la película y que sabrán reconocer con un “No” desgarrador) pero sí señalo que puede disgustar el ver otra de las virtudes del filme original que aquí es la base del guión: el descubrir paso por paso los eventos que llevaron a nuestra raza a la debacle final de la civilización tal y como la disponemos hoy en día. Con todo y con ello es una buena elección para pasar una tarde de viernes de verano, sin duda.