Revista Cultura y Ocio

El oro de Cajamarca. Jakob Wassermann

Por Mientrasleo @MientrasleoS

El oro de Cajamarca. Jakob Wassermann
     "El siguiente relato fue escrito por el caballero y posterior monje de clausura Domingo de Soria Luce en un convento de la ciudad de Lima, en el que decidió aislarse del mundo trece años después de la Conquista de Perú."
     Conocí las letras de Wasserman con su novela Golowin, una historia magnífica con un final que otorga al libro un significado y valor por encima de lo que me esperaba. Y pensé ya en ese momento que tenía que leer algo más suyo. Por eso me costó poco decidirme a leer este libro y por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El oro de Cajamarca.
     Conocemos a Domingo de Soria Luce cuando es anciano, y será él quien nos relate cuando, siendo un caballero a las órdenes de Pizarro, participó en la Conquista del Perú. De hecho este es el testimonio de un hombre que participó en la muerte del último gran Inca Atahualpa, y de como treinta años después aún no ha conseguido olvidar aquellos días.
    Tras leer un segundo título de Wassermann empiezo a creer que es un genio en el arte de contar palabras. Nuevamente estamos ante un relato largo o novela corta, y nuevamente demuestra que no hace falta más para contarnos una historia con un significado completo.
     El oro de Cajamarca es una novela histórica centrada en un único momento en el tiempo, la Conquista de Perú y llegada a Cajamarca. Es fácil imaginar a los conquistadores españoles cegados por el resplandor del oro que allí parecía algo con poco valor, algo habitual. Y si asistimos a la incredulidad de los españoles al ver a un pueblo que no valora el metal, también lo hacemos a la reacción contraria; un pueblo sorprendido por la veneración que parecen tener esos hombres en teoría más avanzados a algo tan simple como el oro. Ese es el choque que refleja el libro y que dirigirá los hechos hasta sus últimas consecuencias, la conquista, la muerte, el brillo del oro... la avaricia. Porque lo que el narrador nos cuenta, lo que recuerda, nos lleva a la verdadera historia que tenemos entre manos: la de la naturaleza humana.
     Esta novelita con tres grandes protagonistas; Atahualpa, los españoles y el oro, va más allá de la novela histórica. Porque lo que nos encontramos entre sus páginas, ahora sin Atahualpa, también lo podemos ver en el alma humana hoy en día. Eso, unido a la gran belleza de la narración, es lo que convierte a un libro en algo atemporal.
     Dejo por el camino las reflexiones que provoca esta lectura, los detalles de dos culturas contrapuestas que se miran sorprendidas: los grandes detalles, de los que dependen vidas, y los pequeños, que provocan sorpresas. Todo eso también lo encontramos en las páginas de El oro de Cajamarca, y por eso recomiendo su lectura sin reservas, con calma. Y una vez cerrado el libro, releer el magnífico prólogo que abre la edición que aparece en la imagen.
     Os recuerdo que os quedan apenas dos días para apuntaros al sorteo, y añadiré que habrá alguna sorpresa más en forma de libros extra. ¿Os habéis apuntado ya?
     Gracias
El oro de Cajamarca. Jakob Wassermann

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