Dos adolescentes caminaban por un bosque cuando de pronto un enorme oso se les apareció; uno, sin decir nada al otro corrió a treparse a un árbol, mientras que su compañero se tiró al suelo fingiéndose muerto; el oso lo olfateó y hasta resopló en su oreja, el muchacho soportó sin moverse, auque sentía mucho miedo. Hasta que finalmente el animal se fue, pues esa clase de osos no les gusta la carne muerta, el muchacho del árbol bajó y le preguntó al otro: ¿Qué te dijo el oso cuando te habló en la oreja? “Me Dijo”, Contestó Pálido del Susto, “que Jamás Confié en Aquel que me abandona en Tiempo de Necesidad”.
Varias situaciones de una fábula sólo son verdad en la imaginación del autor; Sin embargo, el diario vivir presenta casos dignos de reflexión. Salomón el rey sabio dijo: “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en el día de la angustia” y “Amigo hay más unido que un hermano”. Jesucristo Expresó: “El arbol es conocido por su fruto” queriendo decir, que se valora a los hombres a través de lo que hacen y no por lo que dicen que son.
Si alguien espera hallar amistad en los demás sin hacer nada, a lo mejor envejece y no la encuentra; pero si prueba primero ser amigo, verá con satisfacción que otros a él ya le buscaban