Revista Educación

El otro fin del mundo (Yo que usted lo leería)

Por Siempreenmedio @Siempreblog
El otro fin del mundo (Yo que usted lo leería)

Si usted está leyendo esto es porque falló la última profecía sobre el fin del mundo o porque es de una especie superevolucionada capaz de sobrevivir al cataclismo, algo así como Will Smith en Soy Leyenda, pero en plan guay. No obstante, permítame que me decante por la primera opción, básicamente porque no creo que un ser superior a los humanos prefiera empadronarse en la Tierra, con lo grande que es el universo.

Lejos de intentar sentar cátedra al respecto yo ya les advierto que de apocalipsis sé más bien poco, lo básico que daban en las clases de Religión en la EGB, lo que he podido aprender de los telefilmes de catástrofes de Antena 3 en la sobremesa de los fines de semana y para de contar. (De hecho, confieso que lo mismo que nunca vi los programas de Jiménez del Oso ahora tampoco veo los de Iker Jiménez).

El caso es que el argumento esgrimido por los gurús, presuntos científicos y agoreros varios para señalar esta nueva fecha del fin del mundo ha sido un supuesto error de cálculo de la profecía de los mayas que primero vaticinó el fatal acontecimiento para el 21 de diciembre de 2012 y que, en esta última ocasión, se fijó para el domingo 21 de junio de 2020. (A saber cuándo será la próxima).

Tengo que decir que a mí un drama o una historia enrevesada me gusta más que lamer la tapa de los yogures cuando nadie me mira, pero lo cierto es que ya estoy cansadito de teorías de la devastación del planeta o de la gran hecatombe y lo que verdaderamente creo es que los mayas eran una gente que se pasaban el día fumando peyote como si no hubiese un mañana. (¿Pillan el chiste?).

En cuanto a Nostradamus, conocido mundialmente como el precursor de las fake news, lo que yo opino es que no era más que un simple guasón al que la cosa se le fue de las manos.

Respecto al meteorito de la destrucción masiva que, a cada dos por tres pone rumbo a la Tierra me da que debe tener el GPS averiado porque falla más que España eligiendo representantes para Eurovisión.

Hay otros grupúsculos que dicen que, en vez de una gran explosión y chimpún, el fin del mundo será de a poquito, y hablan de la COVID-19 como el preludio del acabose.

Yo, incluso voy más allá y sostengo que el fin del mundo ya pasó. Que hace años que se produjo el estallido y que, en realidad, estamos todos muertos, atrapados en una dimensión paralela (y para lelos) en la que ocurren cosas tremendamente extrañas, pero no nos damos cuenta porque nuestras mentes ya no son humanas.

El otro fin del mundo (Yo que usted lo leería)

O si no, ¿Cómo se explica que EEUU esté gobernado por un señor con nombre de pato que no para de decir disparates? ¿Que Miguel Bosé confunda las vacunas con el Chip prodigioso? ¿Que en plena pandemia la gente se pasee con las narices fuera de las mascarillas y que se destapen por completo cuando se para a hablar con cualquier conocido? o que ¿desde hace años hayan desaparecido los yogures de naranja de los lineales de los supermercados y no se desatara ninguna revolución?

¿Cómo, si no, es posible que Belén Esteban venda más libros que Mario Vargas LLosa? o que el susodicho premio Nobel se acabara ennoviando con Isabel Preysler. ¿Cómo se justifica, que vivamos en una sociedad en la que se critica y se cuestiona la opinión de los intelectuales porque todos somos expertos en lo que quiera que sea, pero después confundamos 'a ver' con 'haber'?

Entonces, dígame ¿por qué, a pesar de la calidad y la creatividad de nuestros artistas, la industria de la cultura es deficitaria y tantas obras no logran llegar al público y, sin embargo, cada reality que programe Telecinco reviente el 'share'? y ¿cómo, a pesar de la penosa situación económica, cada vez que se acerca el verano, Leticia Sabater consigue financiación para sacar una nueva canción y un vídeo igual de penoso?

Todas estas señales ratifican que no puede haber (o a ver, para que lo entienda todo el mundo) otra explicación que el apocalipsis ocurrió hace rato y la humanidad se exterminó y ahora no es más que un eco o un recuerdo errático de la gran civilización que fue y que vaga por algún rincón de la franja espacio-tiempo. En serio te lo digo.

*Lo siento. Soy consciente de que el contenido de este vídeo puede dañar su sensibilidad, pero esta es la más clara evidencia de que el fin del mundo ya ocurrió y la humanidad, tal y como se conocía, se perdió para siempre.

Volver a la Portada de Logo Paperblog