Ficha técnica:
Título: El Paciente Autor: Juan Gómez-Jurado Editorial: Planeta Género: novela, thriller Páginas: 480 Publicación: 16/1/2014 ISBN: 978-84-08-12291-3
Sinopsis (editorial):
El prestigioso neurocirujano David Evans se enfrenta a una terrible encrucijada: si su próximo paciente sale vivo de la mesa de operaciones, su pequeña hija Julia morirá a manos de un psicópata. Para el Dr. Evans se inicia una desesperada cuenta atrás cuando descubre que el paciente que debe morir para que su hija viva no es otro que el presidente de Estados Unidos. Con su habitual maestría en la literatura de intriga, Juan Gómez-Jurado atrapa irremediablemente al lector. Una novela apasionante y emotiva que se desarrolla en 63 frenéticas horas, que no da respiro en su lectura y que plantea un dilema moral imposible que puede cambiar el curso de la Historia.¿Qué decir de Juan Gómez-Jurado que no haya dicho ya? Que sabe crear tensión como pocos, que te mete en la historia desde la primera frase, que construye una trama solvente llena de acción y emoción, que dosifica la intriga con la misma precisión con la que el neurocirujano protagonista maneja el bisturí, que moldea a la perfección personajes que tienen mucho de héroes pero también algo de villanos, que sabe cómo cerrar una historia... Creo que ya he dicho más de una vez todo esto de Gómez-Jurado pero no me queda más remedio que repetirlo, porque lo ha vuelto a hacer: ha vuelto a crear una obra adictiva, interesante, con fondo humano y moral y con unos personajes cuya piel nos enfundamos mientras devoramos las 480 trepidantes páginas que conforman esta novela.
Porque esta es una obra de esas que no dan tregua. Desde el principio, desde la primera frase, entras en la historia y ya no sales hasta el punto final que te deja con la boca abierta. Cuesta muchísimo dejar de leer y hacer lo que uno tiene que hacer cada día: comer, trabajar, dormir... Es uno de esos libros indicados para los fines de semana de manta y sofá, esos en que puedes cogerlo y meterte en él hasta que lo has devorado, sin pensar en que hay un mundo fuera en el que al doctor Evans no le han secuestrado a su hija ni tiene que operar al presidente de los Estados Unidos.
Con ser un maestro en la construcción de historias, en la fabricación de estructuras y ritmos que funcionan y en la administración justa de la intriga, Gómez-Jurado no se queda ahí, en una trama perfectamente urdida y manejada. No. También presta atención al fondo y plantea una serie de reflexiones muy interesantes que al lector le van machacando en el fondo del cerebro mientras se deja consumir por la acción. Reflexiones que saltan al primer plano cuando cierras el libro, momento en el que te planteas qué harías tú si estuvieras en el lugar de David.
El autor obliga al lector a pensar en la profesionalidad de cada uno, en su tolerancia moral, en los valores principales de su vida y en qué es lo que verdaderamente le importa en su día a día. En realidad, cada día de nuestra vida nosotros somos David. A escala diferente, por supuesto, pero todos los días cada uno de nosotros ha de elegir cómo repartir su tiempo entre trabajo y familia, entre amor y obligación, entre (en el mejor de los casos) pasión y pasión. Y, como le ocurre al doctor Evans al comienzo del libro, la mayoría elegimos el trabajo. Cada día. Porque es una obligación... vale. Pero lo elegimos, restando tiempo a nuestros hijos y parejas. Quizá también porque son lo seguro, porque sabemos que siempre estarán ahí, que nos quieren sin condiciones... Hasta que ocurre algo que cambia esas dinámicas y nos da la vuelta a la vida como a un calcetín. Y entonces llega el tiempo de los arrepentimientos, de la culpabilidad, de los lamentos.
Gómez-Jurado nos pone un espejo delante para que nos miremos en los momentos extremos de nuestra vida pero también en nuestro día a día y saquemos nuestras propias conclusiones. Por eso, me parece imposible que El paciente deje indiferente a alguien.
Como tampoco puede dejar a nadie indiferente el sentido del humor de ese personaje principal que habla al lector de tú a tú: un humor ácido y socarrón que añade unas gotitas de diversión a la trama, quitándole algo de peso dramático, pero que, en el fondo, también es motivo de reflexión: David se defiende del mundo con su humor, es su escudo frente a los ataques de los demás. Los que llegan y los que podrían llegar. Su pasado le ha hecho así y su pasado (y las consecuencias de ese pasado y cómo le hace frente) es otro de los aspectos sobre los que reflexionar.
También me han gustado mucho las alusiones al funcionamiento real de nuestro mundo, a las mentiras que nos cuentan o nos hacen creer o creemos con los ojos cerrados porque cualquier otra versión sería intolerable. Imposible no reflexionar sobre la realidad que vemos cada día y la parte de esa realidad que jamás descubriremos; como un teatro de títeres, vemos la función, la parte de ilusión de la historia, pero no nos fijamos en lo que queda detrás del escenario, no nos percatamos de que son muñecos cuyos movimientos se deben a unas manos que tiran de unos hilos para producir esa ilusión de realidad.
Y no menos inquietante me ha resultado la teoría sobre el comportamiento humano del señor White. ¿Realmente somos tan predecibles? ¿Qué rompe esa predictibilidad? ¿Qué nos hace salir de nuestras rutinas, del camino aprendido, de nuestra forma de actuar diaria?
En definitiva, Gómez-Jurado nos regala una novela perfecta en fondo y forma, en la construcción y dosificación de la intriga, en la creación de personajes complejos y cercanos y en la propuesta de una serie de temas sobre los que reflexionar y (¿quién sabe?) quizá, incluso, cambiar nuestras vidas. Nos seguimos leyendo.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto100 libros: 32/100
- Reto Autores de la A a la Z: G
- Reto Genérico: 25 (2 thriller)/40