Revista Cultura y Ocio

El paciente. Novela de Juan Gómez-Jurado

Publicado el 23 noviembre 2022 por Juancarlos53

«Si tuviese una niña de nuevo no le hablaría de la importancia del trabajo duro, ni de las penas del infierno, ni nunca, nunca le daría unos azotes. Si tuviese una niña no le impondría reglas ni valores. Le diría que persiguiese lo que fuera que le hiciese feliz, porque cuando te quieres dar cuenta estás muerto y ya nada tiene arreglo, nada se puede deshacer»

El Paciente, Juan Gómez-JuradoHace ya un tiempo -dos o tres años como poco- leí Espía de Dios (2006), una de las primeras novelas del autor; una novela que no debió de llenarme mucho. ¿Por qué digo esto? Pues, primero, porque no recuerdo mucho de ella; y, segundo y más importante, veo que no hice reseña alguna de la misma en el blog. 
¿Correrá igual suerte El paciente de Juan Gómez-Jurado? Pues no, no le ocurrirá lo mismo; como se ve ya estoy aquí reseñándola y yo no suelo reseñar libros que no me hayan agradado lo más mínimo. Es, en primer lugar, una historia que me ha entretenido suficientemente y, aún estoy dilucidándolo, me animará o no a seguir con la segunda parte de esta novela, La historia secreta del Señor White (2015) e incluso abordar la trilogía que más satisfacciones le ha dado al autor, la de las Reina roja (Reina roja, 2018; Loba negra, (2019) y Rey blanco, 2020) o cualquier otro título suyo. Ya veré y ya contaré.
El autorJuan Gómez Jurado (Madrid, 16 de diciembre de 1977) estudió Ciencias de la Información en el CEU San Pablo de Valencia, tras lo que inició carrera en medios de comunicación como Canal Plus, TVE, La voz de Galicia o la Cadena COPE, actividad que compaginó con la escritura de sus primeros textos. En 2006 publicó Espía de Dios, novela con la que logró un gran éxito de ventas tanto en España como a nivel internacional. Gómez-Jurado se dedica casi en exclusiva a la literatura, aunque sigue colaborando con varios diarios y revistas como Qué Leer o Jot Down, así como en programas de radio como Julia en la onda.


El pacienteSinopsis (proporcionada por editorial Planeta)El prestigioso neurocirujano David Evans se enfrenta a una terrible encrucijada: si su próximo paciente sale vivo de la mesa de operaciones, su pequeña hija Julia morirá a manos de un psicópata. Para el Dr. Evans se inicia una desesperada cuenta atrás cuando descubre que el paciente que debe morir para que su hija viva no es otro que el presidente de Estados Unidos.


Como he dicho, leí Espía de Dios hace unos años y no me gustó mucho, la verdad sea dicha. Fabulaba Gómez-Jurado en esa su primera novela con la existencia de una conspiración asesina dentro del Vaticano; es cierto que la muerte sorpresiva del efímero Juan Pablo I, el ascenso de Juan Pablo II y el cambio geopolítico en el tablero mundial daba materia para ello, pero lo que es narrativa y literariamente la novela no me agradó en demasía. La verdad es que esas novelas en las que se mezcla lo 'noir' con lo mistérico y religioso no me van. 
Sin embargo El paciente no me ha desagradado. Que conste que no ha sido para tirar cohetes, pero confieso que me ha entretenido y, aunque la he visto llena de lugares comunes y frases muy repetidas en las novelas del género, se lee bien, atrapa, y no ocupa mucho tiempo, pues se despacha en tres días. ¿Confiere esto sello de calidad a un relato? Pues sinceramente creo que no. Ahora bien, desde otro punto de vista, novelas como ésta y otras de este escritor que la siguieron -todas ellas exitosas- sirven para aficionar a la lectura, algo que a mí desde siempre me gusta que así sea. Pero, claro, no cualquier lectura, por exitosa y best seller que sea, es literatura de calidad. 
Yo situaría esta novela, siguiendo el criterio clasificador establecido por el crítico Domingo Ródenas de Moya en el último suplemento literario Babelia, dentro del grupo que él denomina literatura de ficción formularia o de género, sector en el que coloca a Pérez Reverte, María Dueñas o Ildefonso Falcones. Un escalón por encima de ellos estaría otra narrativa de ficción más ambiciosa, más innovadora, menos formularia, y en ella se encontrarían escritores como Javier Marías, Almudena Grandes, Vila-Matas, y tantos otros mucho menos populares, pero mucho más artísticos y creativos. Por debajo, un sinfín de autores, fenómeno de ventas todos ellos, como Elisabeth Benavent, Megan Maxwell y tantos más, que apenas tocan las páginas de cultura de los medios de prestigio.
La escala es muy grande en el terreno de los bestsellers y a lo largo de ella se distribuyen un sinfín de autores, unos más próximos a los escalones de prestigio y otros mucho más abajo. Juan Gómez-Jurado, en mi opinión, estaría, como los citados Falcones o Dueñas, prestigiando el fenómeno bestseller gracias a su buen oficio, pero no elevando mucho la cabeza al optar conscientemente por la utilización de procedimientos que buscan más las ventas que la calidad literaria. 
Respecto a los procedimientos usualmente utilizados por los escritores para construir un bestseller me atrevo a recomendaros leer algunas reseñas en este mismo blog en las que enumero y explico algunas de las recetas empleadas para crear un éxito de ventas. Pongo los enlaces a sólo tres, aunque a lo largo y ancho de los doce años de existencia de "El blog de Juan Carlos" os aseguro que hay varias más. Aquí van: dos referidas a la escritora Julia Navarro: Dispara, yo ya estoy muerto, e Historia de un canalla, y una sobre el gran fenómeno de ventas que supuso, y supone, el escritor Joël Dicker: La desaparición de Stephanie Mailer. Espero que os sirvan para algo, siquiera sea para discrepar.
El paciente. Novela de Juan Gómez-JuradoJuan Gómez-Jurado en El paciente adopta el estilo de la novela de suspense, del thriller  norteamericano. Hasta tal punto es así que la acción la sitúa en Washington, los personajes tienen todos nombre anglosajón (Dave Evans, Mr. White, doctor Alvin Hockstetter, etc.); sólo Julia, la hija del neurocirujano Evans, cuyo secuestro motiva toda la acción tiene un nombre existente en ambas lenguas. Quizás esta sea una de las escasas concesiones que el escritor hace a su tierra de origen, un detalle nimio. Todo lo demás: el ritmo, el tono, las localizaciones, el pensamiento, etc., imita o toma los procedimientos propios de la novela de suspense norteamericana. Leyendo El paciente pareciera tener en las manos un relato de cualquier autor estadounidense. Es una novela de aventuras, propia, como decía, creo recordar que Ortega y Gasset sobre la novela policíaca, de espíritus adolescentes. O sea, que sí, mucha acción, mucha intriga, pero poca chicha. Y ya el final... bueno, el final es de traca y muy, muy, de niños. Sobre lo de acción dirigido a espíritus adolescentes quisiera decir que el escritor, en compañía de su esposa, la psicóloga y escritora Bárbara Montes, ha escrito un buen número de series novelescas a ellos dirigidas (la serie Amanda Black y la serie infantil Rexcatadores) formadas hasta ahora cada una de ellas por cinco títulos.
Pese a moverse en clave thriller norteamericano, el escritor no puede sustraerse a su país de nacimiento. En algunos momentos -no muchos- hace quiños a España. Así, al hablar de la sanidad estadounidense, Gómez-Jurado es seguro que está pensando en la española
  • «¿Quieren saber cuándo se fue a la mierda la sanidad en este país? Cuando quitaron de la dirección a los médicos y pusieron a contadores de judías como Meyer»
  • «No puedo aceptar operarme en un hospital de élite. Precisamente yo, que tanto he luchado por una sanidad pública de calidad. La opinión pública se cebaría con el caso durante meses —respondió, y yo suspiré aliviado.» (dice el político que precisa atención hospitalaria)
Desde el principio de la novela leemos que es el doctor Evans quien desde la cárcel nos está contando los hechos. Y los cuenta a través de la novela que está escribiendo en su celda. Así que la novela que estamos leyendo es la que su protagonista principal está escribiendo. De aquí el que haya capítulos narrados en primera persona y otros, los que no están protagonizados por él, sean narrados por un narrador externo en 3ª. Bueno, pues ya al final del relato, el propio Dr. Evans, hablando por boca del autor auténtico, tiene la humorada de decir lo siguiente:
«Antes de que se les ocurra criticarme, como han hecho muchos, por aceptar una oferta de una gran editorial y escribir mi historia para intentar sacar algo bueno de todo esto, les recuerdo que a ustedes les picaba lo bastante la curiosidad como para comprarlo, en primer lugar. A no ser que se lo hayan bajado de Internet sin pagar. Si es así, me deben pasta por todas las horas que he pasado entreteniéndoles, amigos.»
¿Es una confesión en voz alta que el escritor realiza a propósito de la edición de la novela por parte de una gran editorial como es Planeta? Pues seguramente, pienso yo. Lo que sí revela es que el novelista dialoga con sus lectores y conoce el mundo real en el que estos se mueven. Y esto hace que exista feeling, conexión entre el novelista y quienes disfrutan de sus historias.
El autor, conscientemente, en la novela deja la puerta abierta a posibles continuaciones. Continuaciones que a día de hoy alcanzan ya el número de siete formando un universo narrativo denominado "La trama". Sus títulos son los siguientes: El paciente (2014), La historia secreta del señor White (2015), Cicatriz (2015), trilogía Reina Roja [Reina Roja (2018), Loba Negra (2019) y Rey Blanco (2020)] y Todo Arde (2022). Como se ve por las fechas de publicación, Gómez-Jurado es un escritor prolífico y rápido. Escribe bien, pero, quizás, la velocidad de escritura le lleva a caer en lugares comunes y/o tópicos que rebajan en gran medida la calidad de su Obra.
En la novela que acabo de leer e imagino que en las otras que forman parte de la saga, Juan Gómez-Jurado atrapa al lector gracias a la maestría con que se mueve en la literatura de intriga, La novela mantiene el suspense al no saber si las 63 horas que el protagonista tiene para solucionar el problema le serán suficientes o no. Luego está la parte ética, moral y emotiva: ¿salvar a quien más se ama justifica cometer cualquier acción por atroz que esta sea? El problema que tienen ésta y otras novelas de otros autores que plantean dilema semejante es su carencia de originalidad, al abundar las historias de este tipo. Cuando esto sucede, sólo la calidad literaria puede salvar al libro que tenemos en nuestras manos. ¿Se salva Gómez Jurado? Bueno, pues ahí, ahí, está. Se encuentra, en mi opinión, en una zona difusa. Hay momentos en que leyéndole uno nota plena satisfacción, mientras que en otros te sientes embargado por una tremenda desilusión. ¿Hay soluciones para esto? No soy yo nadie para darlas, naturalmente, pero sí que pienso que dedicar más tiempo y atención a la ejecución de sus escritos redundaría en una clara mejora de la calidad.
FinalHe dicho que El paciente me ha gustado más que Espía de Dios y según avanzo en mi escritura veo que de mi boca, cabeza y dedos salen palabras que claramente llevan al escritor y su novela hacia el terreno de los mansos, que dicen los taurinos, o sea, al de los malos toros, léase libros (je, je...). Y no, aún no quiero encasillar a Juan Gómez-Jurado ahí, porque creo que no es ese su lugar, aunque lo que sí es verdad es que desearía ver más autenticidad y más originalidad en él. En fin, leeré alguna novela más del exitoso escritor y, sin duda alguna, seguiré hablando de él en mi blog.

El paciente. Novela de Juan Gómez-Jurado

Volver a la Portada de Logo Paperblog