El pacto de las cinco montañas

Con diez millones de años de retraso me gustaría dejaros la reseña de El pacto de las cinco montañas, la tercera parte de la pentalogía La horda del diablo. Este libro lleva esperando su turno para reseña desde hace varios meses, y la verdad es que ya iba siendo hora de que le dedicase un huequito en el blog. Puede que ya conozcáis la pentalogía, ya que en el blog están reseñados los anteriores libros, y también pudimos hacerle una entrevista al autor, Antonio Martín Morales.
Título: El pacto de las cinco montañas (La horda del diablo #3 de 5) Autor: Antonio Martín Morales Editorial: Everest Precio: 19,95€ Páginas: 553 Sinopsis: Una conspiración que lleva años forjándose, oculta bajo un entramado de alianzas secreto, da como resultado el inicio de una Guerra civil en Vestigia. Rosellon Corvian se rebela contra el Rey en lo que será conocido como "el plan maestro". Remo después de numerosas trampas colocadas por este enemigo terrible vuelve a los ejércitos para afrontar una batalla que será recordada como "la masacre de Lamonien". Lorkun regresa al templo de Azalea, y descubrirá mas misterios en los muros sagrados... Lo que se guarda tras el pacto de las cinco montañas será revelado... Y nada volverá a ser igual.
Supongo que muchos conoceréis ya esta saga de libros de fantasía épica made in Spain. Para los que todavía no sepáis muy bien de qué van, podéis ir a las reseñas de La caza del Nigromante y La maldición Silach, la primera y segunda parte de esta pentalogía, respectivamente. Básicamente, en las reseñas os cuento que estas novelas me gustan mucho por sus personajes, de los que hay mucha pluralidad y que están muy bien caracterizados y por su ambientación, muy realista. Como el propio autor dice en el epílogo del libro, una historia como esta es muy difícil de esbozar y trabajar por la cantidad de detalles y tramas y subtramas que lo componen. En mi opinión, el trabajo del autor está logrando un gran resultado. Desde luego, esta tetralogía ya se encuentra entre mis favoritas. Y Vestigia entre los lugares que visitaría sin dudarlo.
Comenzaré contándoos por qué me gustan tanto los personajes de La horda del diablo. Por una parte, no están estereotipados, no son simples personajes que actúan en concordancia a una historia, y ya está. Es algo más. Como en cualquier lugar, hay personas buenas que solo quieren ayudar, personas malas que buscan hacer daño, y actitudes intermedias. Como en cualquier sitio, las personas tienen motivaciones, y no hacen las cosas solo por ver qué pasa. Esto se puede aplicar al protagonista (Remo), a la coprotagonista (Sala), al malvado, al rey, y hasta al vendedor de pescado de la esquina. Por eso el protagonista, aún siendo protagonista y héroe, a veces tomará decisiones reprochables, y actuará de forma odiosa. Como cualquier persona. Y por otra parte, existe una gran pluralidad de personajes. El mundo no se divide en buenos y malos, sino que hay término medio. Lo mismo que ya hemos comentado con Remo se puede aplicar a cualquier personaje. Todos tienen una motivación, todos hacen algo por algo y todos tienen una historia mediante la que todo eso se explica. En este libro, me ha llamado especialmente la atención Tomei, que ejemplifica muy bien lo que quiero decir sobre que no hay personajes buenos o malos.

Antonio Martín
Morales, el autor.

El otro punto que quería comentar, y que ya ha sido comentado, es la ambientación. La trama trascurre en muchos lugares diferentes, donde hay costumbres diferentes y dioses diferentes. No es lógico que un personaje se mueva de lugar, pero que en tu cabeza aparezca el mismo escenario porque las descripciones son similares o porque el autor no desarrolla especialmente los espacios. Esto no sucede en este libro. Ya he comentado otras veces que, hablando de verosimilitud y ambientación, lo que me molesta de estos libros es ese cambio del vos al usted, así por las buenas. No sé si esto se hace deliberadamente, para no agobiar al lector con unos diálogos cargantes, pero a mí me molesta sobremanera. Preferiría que el autor se decantase por una opción, y la utilizase durante toda la obra. Aunque supongo que esto tampoco tiene gran relevancia.
Yéndonos ya a esta novela en concreto, tengo que decir que me sorprende lo atado que lo tiene todo el autor. Si se piensa, escribir un libro de estas características debe ser agotador: tantos escenarios que deben permanecer iguales, tantos personajes a los que dar vida, historia y motivos, tantas subtramas y misterios por aparecer y resolver... Son muchos detalles y resulta que me alegra no encontrar nada que no encaje (obviando el hecho de que la pentalogía todavía no está terminada, claro. Habrá que ver si pienso igual al cerrar el último libro). La trama que comienza con el primer libro se va desarrollando progresivamente. En El pacto de la montaña conoceremos nuevos datos sobre Vestigia, nuevos motivos por los que ciertos personajes actuaron y, por encima de todo, estaremos al lado de Remo en una batalla épica (sí, tenía que decir épica). Me ha gustado muchísimo la batalla de Lamonien. Al final del libro, el autor explica de dónde sacó la idea, y la verdad es que es muy curioso. Personalmente, tengo que decir que cuando leí la escena me gustó, pero parecía tan irreal... jamás se me hubiese ocurrido que algo así se hubiese hecho en la vida real.
Finalmente, el autor se las ha arreglado para escribir un desenlace que te deja con unas ganas locas de conseguir el siguiente libro, La puerta Dorada, que para más inri aún no está publicado, pero que según el blog La espada en la tinta, se publicará en noviembre y se titulará La puerta dorada. Por lo menos, y mientras dura la espera, hemos podido leer un nuevo preludio, que son las historias aparte con las que el autor completa el mundo que ha creado. Aunque mi favorito sigue siendo el de Remo, en este caso conocemos el pasado de otro personaje muy importante en el desarrollo de la saga.
En resumen, El pacto de las cinco montañas continúa en la senda de los otros libros que lo preceden: buenos personajes, que son completamente redondos, y una ambientación que te hará desear hacer una visita a Vestigia. Este libro es mi favorito de los que ya hemos podido leer, tanto por cómo va hilando los acontecimientos al autor, como por ciertas escenas, como la batalla de Lamonien, tan bien descrita que podríamos estar viéndola en directo.

¿Y vosotr@s? ¿Habéis leído los libros? ¿Lo pensáis hacer? ¿Estáis de acuerdo o en desacuerdo con la reseña? ¡Nos leemos!
Poy