El padre Jacques Hamel, asesinado en plena misa al final de julio, cerca de Rouen, puede convertirse en santo mártir de la Iglesia católica, según el arzobispo de la ciudad, que ha señalado, en una entrevista, que está dispuesto a iniciar el procedimiento de canonización con el ínterin señalado en la legislación canónica de 5 años.
Monseñor Lebrun, que ha celebrado la misa de las exequias solemnes del padre el 2 de agosto, una semana después de que hubiera sido degollado por dos jihadistas, pertenecientes al ISIS, indica que “conserva preciosamente los testimonios sobre el padre Jacques”.