Antes de comenzar la reseña quería avisar: no he visto las películas basadas en las novelas de Puzo, ni siquiera la primera. Puede que esto sea una herejía, pero quería leer la novela antes de ver la película para no ir con ideas preconcebidas y, aún así, no me he librado del todo.
Todos conocemos esta historia, todos sabemos, a grandes rasgos, de qué va. El Padrino, mafia siciliana en Nueva York, venganzas, cabezas de caballo cortadas, ofertas que no se pueden rechazar... Aunque sea a través de homenajes en otras películas o series, a todos nos suena algo esta historia. Y, sin embargo, no la conocemos.
Porque El Padrino es la historia de Mafia por excelencia. Mafia que no se puede llamar así, por la ley siciliana del silencio, así que se denominan y dividen en Familias. La Familia Corleone tiene un gran imperio, domina el juego y el alcohol, y gracias a su Don, Vito Corleone, tienen en el bolsillo a personalidades influyentes de todo el país. Senadores, congresistas, policías, jueces... Esta gente no le tiene miedo al Don, le tiene respeto y cariño, y algunos le deben favores. Así es como ha crecido el imperio Corleone: haciendo favores a la gente que luego estarán en deuda con él.
Pero los tiempos están cambiando, la II Guerra Mundial ya ha terminado, el racionamiento está llegando a su fin y la situación se va estabilizando. El Don sabe que no siempre podrá dirigir su imperio, pero no tiene claro a cuál de sus hijos legárselo. Sonny es demasiado impetuoso, demasiado violento y visceral. A Freddie le falta sangre y el pequeño, Michael, nunca se ha sentido interesado por los asuntos de la Familia.
Marlon Brando como Don Vito
Cuando Sollozzo, aliado con la Familia Tattaglia, le propone a Vito Corleone unirse a ellos para traficar con drogas, será cuando todo cambie.Poco más quiero añadir del argumento, porque da muchas vueltas y pasan muchísimas cosas, pero en esencia es la historia de una familia y la gente más allegada. La narración es sencilla, sin florituras, directa. No se corta en describirnos palizas brutales, o asesinatos a sangre fría. Todo eso es parte de la historia de esta Familia también, y debe ser contado.
Es un libro un tanto pesado en algunas partes. Como he dicho, nos cuenta la historia de la Familia Corleone, pero también la de los más cercanos, los ahijados favoritos de Vito, y esas partes a veces, no parecen aportar mucho a la trama. Es muy interesante para conocer datos sobre la época, cómo funcionaba el mundo del cine a finales de los años 40, por ejemplo, pero a la historia no le aporta gran cosa.
Aún así, el autor sabe mantener el equilibrio, sabe cuándo debe parar de divagar y volver a la acción, y de qué manera. El final de la novela es de los más movidos que he leído nunca.
Los personajes, a veces demasiados, me hacían perderme un poco. La Familia Corleone es grande, pero además aparecen policías, actores de cine, otras familias... Muchísimos personajes involucrados en la historia. Los más importantes están bien definidos, los secundarios... no tanto.
En definitiva, es una novela para leer sí o sí. Ha cambiado la percepción que tenía del mundo de la mafia, percepción equivocada o tal vez demasiado versionada desde la original, puesto que esta que nos muestra Puzo es mucho más complicada, retorcida y profunda que todo lo que pudiera haber imaginado yo por mi cuenta. Al fin y al cabo, en el mundo real no hay buenos y malos, sino gente que se mueve por sus intereses personales.
Un libro para leer, disfrutar, angustiarse, indignarse... Un libro que no deja indiferente. Espero que os animéis a leerlo.¡¡Visita mi blog y déjame un comentario!!