El país de las injusticas

Siempre me he sentido español por mucho que esto desconcierte (no entiendo porqué) en el ámbito de la izquierda, tampoco es que el hecho de sentirme de un sitio determine mucho mi ideología. Tampoco me creo superior a la gente de otros países por esto y creo que no es algo de nacimiento, uno puede sentirse de un sitio cuando le de la gana, una nación no pertenece a nadie. Al mismo tiempo creo que las regiones que así lo deseen están en su derecho de obtener la autodeterminación o no, lo que crean conveniente tras un proceso democrático.

Hoy es el día de la “Fiesta nacional”. Pero por muy de aquí que me sintiese y por muy amante de esta tierras que fuese tendría que estar loco para celebrar semejante fiesta. En nuestro país existe una disparidad de derechos que hace que parezca mentira que esta sea la “España moderna y civilizada” de la que tanto hablan. Por una lado está lo anterior, hay muchísimas personas que no pueden disfrutar de su derecho a decidir si quieren ser parte del estado español o no. El tema de ser español es distinto, se puede estar juntos sin ser iguales. También hay ciudadanos que no tienen derecho a la representación, en concreto 2 millones, de esta manera están fuera de las instituciones, lo que legitimaria su rebeldía e incluso su odio hacía estas. Yo en concreto nunca he tenido representante, ya que la última vez que hice uso de mi derecho a voto lo hice en Jaén (la provincia perdida) y a un partido que hoy día está lejos de tener la representación que le correspondería. Tenemos un país lleno de aguerridos y buenos trabajadores que ni siquiera tienen derecho a trabajar a los que se les está cuestionando el derecho hasta a la protesta. ¿Así puede sentirse uno orgulloso de nuestro país? ¿Puede ser nuestro este país? Muchos somos españoles, pero no nos sentimos especialmente orgullosos de ello en los tiempos que corren.