A su autor Martín Abriskera (Bilbao, 1967) lo conocimos en el mundo literario a través de la exitosa La lengua de los secretos, que cuenta la historia de un niño travieso en la Guerra Civil como si fuera un juego. Abrisketa es periodista, guionista y reportero gráfico. En esta segunda novela, El país escondido, se sumerge de lleno en la fantasía infantil para contar una historia dura en el combulso Bilbao de los años 80. Conflicto socio-político, droga…
Maggie es una joven extremadamente tímida con mucha imaginación que vive protegida en su mundo de fantasía. Es huérfana, su madre la abandonó y no llegó a conocerla, y ahora vive con su abuelo El pirata, un retirado marinero que está empezando a dar preocupantes señales de padecer demencia. La situación se está volviendo insostenible, la niña falta al colegio, es ella quien tiene que cuidar del abuelo y la aventura de encontrar a la sirena, la madre de Maggie, los lleva a acercarse a los bajos fondos bilbaínos y entrar en contacto con el mundo de la droga. Los servicios sociales están tratando de llevar al abuelo a un centro adecuado y a la niña a un hogar de acogida, pero ella no quiere que los separen y trata por todos los medios evitarlas con ayuda de su vecino y el fantasma de la pared.
Una historia tan dura como mágica
Martín Abrisketa ha hecho con El país escondido una novela especial, mágica, tierna, entrañable, emotiva. Nos sumerge en la fantasía de una niña, tres niños que viven una dura realidad de la que tratan de escapar o sobrevivir. Abrisketa lleva al lector por una historia de aventuras y fantasía de niños pero que según vamos pasando las páginas encontramos oculta, envuelta con papel de caramelo, una cruda realidad.
Encontramos, como decía, varias similitudes con la exitosa El niño con el pijama de rayas de John Boyne. La historia de un niño alemán, hijo de un alto cargo de las SS, que se hace amigo de un niño judío preso en un campo de concentración. La historia está escrita, al igual que la de Abrisketa, desde la mirada inocente de un niño. Pero toda esa inocencia y emotividad no impiden que escapen del más trágico final. Una historia corta, ambas también, pero con una fuerte carga emocional escondida bajo esa superficie de inocencia y fantasía infantil.
El libro de Martín Abrisketa viene reforzado además con los dibujos de Isabel Holgueras. Una mujer con síndrome de Down y que, al igual que la protagonista, también se comunica mejor dibujando. Martín e Isabel se conocieron gracias a su primera novela. La hermana de ella le escribió para contarle lo que había sentido al leer La lengua de los secretos y acompañó su carta con el dibujo de una mariposa de Isabel. Ahí comenzó la aventura de este libro, que se construyó desde la distancia pues Martín e Isabel no tuvieron la oportunidad de conocerse en persona hasta que éste estuvo finalizado.
Ilustración de Isabel Holgueras para El país escondido
El país escondido es un libro especial y mágico en todas sus dimensiones. Cuenta una cruda historia envuelta de la manera más tierna y emotiva.
Quizá, como ya vimos también con El niño con el pijama de rayas, las vivencias más duras sólo se pueden contar, y convertir en un maravilloso relato, a través de la mirada de un niño. EL PAÍS ESCONDIDOMartín AbrisketaPlaneta, 2018192 Págs.
>>Reseña publicada originalmente en Amanece Metrópolis<<